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Un libro lleno de buenas ideas por Advert-Ido

La Razón
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Un año más, y van trece, el Club de Creativos (CdeC) ha presentado su Anuario de la Creatividad Española, «un libro donde el premio es lograr aparecer en él», como destacó Alfonso González, jurado en esta edición. Se trata de un libro imprescindible para cualquier persona a la que le guste o quiera conocer algo sobre la publicidad actual: una recopilación de las mejores ideas y anuncios realizados en nuestro país, hecha con el exigente y estricto criterio de los propios creativos.

El Anuario tiene dos partes claramente diferenciadas: una destaca las mejores ideas publicitarias, y otra, la mejor ejecución. Un planteamiento distinto a cualquier festival de publicidad, donde se premian los anuncios y campañas completos, y con grandes dificultades: hay excelentes ideas que se pierden con una mala realización, y al contrario, grandes producciones muy bien hechas pero a partir de una idea vista mil veces. Sin contar que, como indicó González, «la transformación de la industria está cambiando nuestra manera de valorar qué hace que una idea sea grande».

Con todo, en el Anuario están posiblemente todas las grandes campañas españolas del último año: las conversaciones sobre el futuro del Banco Sabadell de la agencia SCPF; liberad al pato Willix de Mixta, de Publicis; la gestoría de cambio de nombres de Aquarius, obra de Sra. Rushmore; o el primer hotel de basura reciclada del mundo de cerveza Corona, realizado por JWT, entre muchas otras. Hay también muchas acciones pequeñas de presupuesto mínimo y casi desconocidas, como una aplicación creada por DDB para tocar la botella de Anís del Mono con un teléfono móvil.

El CdeC dedica el primer ejemplar de su Anuario como homenaje a un profesional destacado, que en esta ocasión es Félix Muñoz, que ha sido máximo responsable de comunicación de Coca Cola, Cepsa y Telefónica. La dedicatoria que le hicieron los creativos es muy clara: «Gracias por exigirnos más». Para Muñoz, «las ideas son las que mueven el mundo y los negocios, y los creativos son quienes las generan». Claro que «es muy difícil tener una idea, que ocurra y que salga como se tiene previsto; son muchas las ideas que se pierden por el camino y nunca ven la luz». Y ese es precisamente el valor de este libro, mostrar cuánto pueden aportar las buenas ideas cuando superan todas esas barreras y llegan a realizarse.