El PP considera «muy arriesgado» al acercamiento de los presos de ETA

Garrido ha recordado que los penados de la banda "están la cárcel por cometer atentados terroristas"y, en ese sentido, ha insistido en que "el nivel de exigencia tiene que ser máximo". "Eso conlleva que el arrepentimiento tiene que ser expreso y público. El desmarque de la banda terrorista ETA tiene que ser claro y verdadero", ha precisado.

En esta línea, ha reclamado el perdón a cada víctima, por cada delito y por cada acción terrorista. "La terrorista López de Riaño se tiene que arrepentir de todos los asesinatos que ha cometido y también tiene que cumplir el resarcimiento total de las responsabilidades civil y el pago de las indemnizaciones correspondientes", ha agregado, para reclamarle, además, la colaboración "estrecha"con la justicia en el fin de ETA y en la desarticulación de los diferentes comandos.

Por otro lado, ha resaltado que "habrá que tener en cuenta la opinión de las víctimas". "Es decir, habrá que preguntarle en el caso de los 23 asesinatos de 'la Tigresa', a cada una de las víctimas, a ver qué piensa de la política penitenciaria que se está llevando a cabo", ha añadido.

"Una vez que se produzca el arrepentimiento expreso público, un desmarque claro, el perdón a cada víctima y por cada delito y acción terrorista, el pago de todas las indemnizaciones, una colaboración estrecha en el fin de ETA y en la desarticulación de los diferentes comandos. Desde ese momento podríamos empezar a hablar", ha resumido.

En su opinión, "no caben medias tintas, porque si no, corremos el riesgo de dar el mensaje de que asesinar puede salir barato y que sale barato, de hecho".

También ha insistido en que "hay que tener en cuenta la opinión de las víctimas que, en ningún caso se pueden sentir engañadas, ninguneadas, ni ofendidas por este tipo de políticas de acercamiento, porque una de las ideas innatas de deslegitimación del terrorismo es la idea de la justicia y la reparación del daño causado en la medida de lo posible, porque, sin duda, los muertos no van a volver".

Por último, ha aseverado que la política que "debilita a ETA por los hechos es la política de firmeza, de no dar esperanzas a ese mundo, de no pagar un precio y de no dar ninguna contrapartida y que, desde luego, no se pueda dar ninguna muestra de debilidad".