Valencia

«El Duque» no convence como capitán

Se trataba de uno de los regresos más esperados de la televisión. Después del éxito conseguido por Miguel Ángel Silvestre y su «alter ego» en la pequeña pantalla, «El Duque», el protagonista de «Sin tetas no hay paraíso» se había mantenido voluntariamente alejado de las pantallas.

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Un año y medio que le ha servido para reflexionar y recuperarse de la enorme presión que para él supuso convertirse, de la noche a la mañana, en uno de los actores más populares de panorama televisivo español. Tras el éxito de la serie, Telecinco no quiso desprenderse del fenómeno que supusieron el personaje y el actor, y decidió blindar a Silvestre con un potente contrato de dos años que le impedía trabajar para otra cadena y que incluía la participación del castellonense en dos películas producidas por Telecinco Cinema. Una de ellas era «Alakrana». «El Duque» regresó el miércoles a la casa en la que ha conseguido su mayor éxito hasta el momento, pero convertido en un capitán.

Carga emocional
Telecinco estrenó en la franja de máxima audiencia la miniserie que relata los 47 días de secuestro por piratas somalíes que vivieron los 36 marineros del atunero del mismo nombre en aguas del Golfo de Adén (el llamado «Cuerno de África»), y en la que Silvestre encarna al capitán del buque retenido, un papel con una gran carga emocional, muy alejado del personaje que le lanzó al estrellato y le convirtió en un «sex symbol». Sin embargo, el reclamo de la vuelta del actor no ha sido suficiente para convencer a la audiencia. La primera parte de la ficción, que comparte guionista con «Celda 211», Jorge Guerricaechevarría, se situó por debajo de los dos millones de espectadores, lo que colocó su cuota de pantalla en el 10,3%.

Estas cifras le alejaron de los primeros puestos de la jornada en lo que a público se refiere. En el «prime time», aventajaron a la serie dirigida por Salvador Calvo las propuestas de Antena 3 y TVE. «Los Quién» y «Comando Actualidad» prácticamente cerraron en tablas. La serie protagonizada por Javier Cámara congregó frente al televisor a casi 2,4 millones de personas, lo que elevó su «share» hasta el 12,6%. Por su parte, el programa de La 1, con el reportaje «Renovarse o morir», también se aproximó a los 2,4 millones de espectadores e igualó la cuota de pantalla de la producción de Antena 3. La serie se ha estrenado un año y medio después de que se produjera el secuestro del atunero vasco. La falta de actualidad del tema ha podido ser una circunstancia para justificar la floja acogida de la «tv- movie», una variable que es el principal reclamo de las series basadas en sucesos reales. A la espera de ubicar alguno de sus estrenos, como la segunda temporada de «Tierra de lobos» , la última entrega de la vuelta de «El Duque» será el próximo miércoles.

Una serie de ida y vuelta
La trayectoria de la serie es una historia de desencuentros. «Alakrana» comenzó su rodaje en abril de 2010 y se estrenó en la Mostra de Valencia en octubre. En un principio estaba pensada para convertirse en un largometraje, pero al final se optó por una «tv movie» de dos entregas. Pero inexplicablemente, Telecinco la ha mantenido durante un año en un cajón a pesar de promocionar su estreno el otoño pasado. Tras la fusión con Cuatro, la cadena anunció que la serie se estrenaría en la antigua emisora de Sogecable para, al final, volver a Telecinco.