Financiación autonómica
Dar ejemplo
El Barça dio toda una lección la noche del sábado en el Camp Nou. Remontó contra un Valencia correoso y bien plantado. El esfuerzo y la solvencia de los azulgranas enderezaron un partido que se había convertido en un calvario. Los de Guardiola se hicieron con la victoria. Dieron todo un ejemplo.
Por la mañana, complicada asamblea de compromisarios. Juzgaban, a propuesta de la nueva Junta de Sandro Rosell, la gestión de Laporta, el presidente que puede presumir de más títulos en la historia del Barça. Sin embargo, sus excesos han superado sus éxitos. Sale, de nuevo, de esa historia por la puerta de atrás. Sus cuentas no cuadran aunque las hizo el «afamado» economista, Sala Martín. Seguro que no le darán su ansiado Nobel. No ha conseguido demostrar que el principio del debe y el haber no es igual a su teoría del «debe-haber». No es lo mismo «debe-haber» 11 millones de beneficios que hay un déficit de 79. Conclusión, no hay beneficios y se debe una pasta. Teoría no demostrada.
Así lo entendieron los socios. Dieron por malas las cuentas de Laporta pero los ánimos se encresparon cuando, ante la evidencia de los números, se votó iniciar acciones legales contra el anterior presidente. Sólo 29 votos de diferencia decidieron llevar a Laporta a los tribunales. La quiebra se hizo patente y se inicia un nuevo calvario culé. Rosell, increíblemente, votó en blanco igual que una parte de su junta. Tiró la piedra con un informe demoledor y se lavó las manos como Pilatos. Le faltó solvencia, cintura y desperdició esfuerzos. A diferencia de los jugadores, la dirección no da ejemplo. Ni la de antes, ni la de ahora.
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