País Vasco

Negocación

La Razón
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Es lógico pensar que el Gobierno mantiene abiertos los canales de contactos con el entorno de ETA por los cauces que sea. Siempre fue así en el pasado y no iba a ser diferente ahora. Otra cosa es que esa relación de siempre se esté planteando como una negociación. Hacerlo en estos momentos sería suicida, y dinamitaría el pacto de gobierno entre PSE y PP en el País Vasco. Pero hay motivos más que suficientes para pensar en movimientos atípicos aparentemente inexplicables: la liberación de Usabiaga, la propuesta de los presos etarras planteando una salida, las declaraciones reiteradas del presidente del PSE con divagaciones sobre el mundo batasuno, etcétera. Se acumulan datos que dan mucho que pensar y por eso es deseable que el Gobierno elimine cualquier atisbo de duda. Ayer lo hizo Rubalcaba con su contundencia de siempre. El problema es que ya fue igualmente contundente en otras ocasiones, y se estaba hablando con la banda por otras vías.Hay una cuestión fundamental, que no convendría perder de vista. En el actual escenario de debacle económica, a Zapatero sólo le queda una carta que exhibir ante los ciudadanos cara a las elecciones. Ésa es la del posible fin de ETA. Luego no sería de extrañar que hicieran cualquier cosa con tal de conseguirlo.