Hollywood
«Monsieur Portman» el rostro de moda
Benjamin Millepied no es sólo el futuro marido de la oscarizada Natalie Portman y padre del hijo que ésta espera. Desde que a finales de 2010 se oficializó su relación con la actriz estadounidense, una de las más solicitadas y codiciadas de Hollywood, el francés se ha erigido en uno de los rostros del momento.
Y de los más cotizados seguramente. Y es que codearse con la que en su día fue la princesa Amidala en la segunda trilogía de «Starwars» o una de las protagonistas de «Closer» junto a Julia Roberts da mucho caché. Tanto que, muy pronto, en septiembre, se le podrá ver en todas las vallas y campañas publicitarias como imagen de la nueva fragancia masculina de Yves Saint Laurent.
Los medios franceses hablan de su compatriota como la encarnación de la elegancia y del «chic» galo. Su «french touch» ha sido el argumento definitivo para convencer a la firma francesa de que destaca en él un «estilo único, libertad creativa, energía positiva y encanto luminoso» según declaraba el presidente de YSL Beauté, Renaud Lesque. A nadie se le escapa que ser el consorte de la estrella norteamericana hace de él una preciada presa.
El bailarín-aprendiz de modelo está encantando con la experiencia. «Me siento feliz y orgulloso de haber sido elegido por Yves Saint Laurent, una de las marcas más prestigiosas del mundo. Admiro el universo de esta maison, su elegancia y modernidad», confesaba tras hacerse público su fichaje. Con esta colaboración la marca cierra la trilogía de perfumes masculinos «YSL», que para sus dos versiones precedentes ya recurrió al «charm» de dos de los seductores de moda del cine galo: Oliver Martinez y Vincent Cassel.
Bailarín y director
Al coreógrafo, de 33 años y originario de Burdeos, no le hacía falta prometerse con la intérprete de la premiada «Cisne negro» para ser conocido y reconocido en el mundo de la danza. Bailarín estrella desde 2001 del New York City Ballet, Benjamin Millepied entró en la compañía con sólo 18 años. Aunque con semejante apellido (Mil pie), no podía estar mejor predestinado. A fomentar esta pasión también ayudó tener una madre profesora de danza contemporánea, que desde una temprana edad – 8 años– empezó a enseñarle sus primeros pasos, cabriolas y arabescos.
La pareja se conoció precisamente durante la ardua preparación a la que Portman se sometió para el rodaje de este filme en el que Millepied no sólo firmó las coreografías, también interpreta a David, el personaje que en la gran pantalla hace de su compañero de ensayos y rechaza desdeñosamente a Natalie, pero que fuera de ella, en la vida real, ha caído rendido a sus pies. Pero el francés no se conforma con hacer sus pinitos ante las cámaras. Acaba de codirigir un cortometraje con la actriz gala Léa Seydoux, en el que también actúa. Una historia de amor titulada «Time Doesn't Stand Still» en la que ambos bailan un apasionado tango.
Ellos se apuntan al carro
Es un caso de lo más normal: chico que se dedica a su profesión conoce chica, actriz o famosa, y su carrera se ve relanzada. Los ejemplos más característicos son los de Beckham y Piqué, que después de sus relaciones con Victoria y Shakira, respectivamente, han visto prosperar sus carreras fuera del fútbol, ejerciendo como modelos publicitarios. Otro caso es el de Eduardo Cruz, que aprovecha su actual relación con Eva Longoria para medrar en EE UU, después de haber colado una canción en la película de sus hermanas, «Piratas del Caribe». El caso español más llamativo sin duda es el de Darek, quien consiguió hacerse modelo gracias a su relación con Ana Obregón.
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