Nueva York

Bob Dylan desde el principio

Un doble álbum reúne las joyas de sus inicios

El músico, en una imagen tomada en 1962, cuando tenía sólo 21 años y acababa de llegar a Nueva York
El músico, en una imagen tomada en 1962, cuando tenía sólo 21 años y acababa de llegar a Nueva Yorklarazon

Toda gran historia necesita un héroe, un lugar y un hecho para empezar. Nuestro hombre es Bob Dylan, la ciudad es Nueva York y el hilo conductor son las canciones. A ese comienzo se refiere «The Bootleg Series Volume 9: The Witmark Demos», un doble álbum con 48 grabaciones registradas en su día como maquetas y que dan una idea del incontenible genio creador que el músico de Minnesota tenía por aquellos tiempos.

Dylan aterrizó en Nueva York durante la gélida tarde del 24 de enero de 1962. Llegaba persiguiendo un mito (el moribundo Woody Guthrie) y un sueño (ser una estrella de la música). Para lograr lo primero invirtió unos pocos días y para conseguir lo segundo consumió apenas unos meses. «Venía de muy lejos y de muy abajo, y ahora el destino estaba por revelarse. Tenía la sensación de que me miraba sólo a mí», contó en sus «Crónicas».

En un primer momento, Dylan se contentaba con hacer canciones de otros, pero no tardó en darse cuenta de que se le daba mejor interpretar su propio material. Una vez que comenzó a escribir ya no había quien le parara. Cada canción era mejor que la anterior y encontraba inspiración en todo lo que veía… Luego apareció por su vida un tiburón llamado Albert Grossman, quien se convertiría en su representante. Él fue quien decidió acordar un contrato con la editorial Witmark & Sons, revisando de paso otro firmado torpemente por Dylan en sus primeros días en Nueva York. El objetivo de Grossman era que quedaran registradas todas las canciones que el artista iba componiendo con el fin de asegurarse derechos, material para otros representados y, por supuesto, mucho dinero. Grossman se hizo de oro y Dylan se sintió estafado, aunque tardara tiempo en advertirlo. Eso es lo que contiene «The Witmark Demos», canciones grabadas entre 1962 y 1964, maquetas con un material que, visto en retrospectiva, se antoja único.


Versión «mono»
Aparece aquí una primeriza versión de «Blowin' in the wind», una canción cuyo gran éxito se debe a la interpretación original de Peter, Paul & Mary, representados de Grossman. También hay otras piezas que fueron éxitos, como «Don't think twice, it's all right», «A hard rain's a-gonna fall», «The times they're a-changin'» o la excepcional «Mr. Tambourine man». También otras menos conocidas, como «Walkin' down the line», «Guess I'm doin' fine» y «Long time gone».

Como su obra es objeto de revisión permanente, añadamos que ha salido a la venta «The Mono Box», una caja que reúne los ocho primeros discos del artista (desde «Bob Dylan» hasta «John Wesley Harding», de 1968) en formato «mono», es decir, con un sonido que recuerda al original. Lo peor, el precio: alrededor de 70 euros.


Letras al mejor postor
La letra de una de los temas más reconocidos de Bob Dylan, «The Time They Are A-Changin», saldrá a subasta el próximo 10 de diciembre en Sotheby's de Nueva York por un precio de salida de entre 153.000 y 230.000 euros. Se trata de una hoja de papel apaisada y escrita a lápiz y con algún que otro borrón. Al final de cinco estrofas aparece el título y están encabezadas por la firma del artista. En el reverso se lee un fragmento conlas primeras cinco líneas del tema «North Country Blues».