Huelga de estibadores

Chapuza tras chapuza

La Razón
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La semana pasada el Congreso aprobó un Real Decreto-Ley para modificar una ley que todavía no había sido votada, lo que se hizo posteriormente; una clara muestra del descontrol existente en España. Pero seguro que después de esta penúltima chapuza alguien explica algo que ya sabemos: que su utilización, sin existir una Ley que le preceda, está constitucionalmente previsto en casos de urgencia o para evitar un anuncio-escándalo que se derivaría de la tramitación de la norma como proyecto de Ley. Para entendernos, un proyecto de Ley sobre modificación de impuestos o tributarios. Se supone que la aprobación sólo hubiera tenido sentido para evitar el efecto anuncio por el paso de silencio administrativo positivo a negativo o viceversa, aunque parece extraño. Además, carecería de sentido que se hubiera incluido ese apartado en el proyecto de Ley aprobado después. Por todo ello, más parece producto del desbarajuste existente en la Administración en la que no funcionan adecuadamente los mecanismos de control, ni tan siquiera en el proceso legislativo. En la Cámara Baja existen responsables de la recepción de los proyectos normativos y alguno tendría que haber detectado la llegada de un decreto-ley que pretendía modificar una ley inexistente aún. Asimismo, el Ministerio correspondiente debería haberse percatado de que estaba elaborando un texto para modificar una ley que no había sido aprobada. En fin, que no hay excusa para semejante chapuza.