Elecciones municipales
Octavillas a la desesperada
El próximo sábado, Getafe cambiará de color político. Tras 32 años de hegemonía socialista, 28 de ellos bajo el único mandato de Pedro Castro, el PP se hará con la Alcaldía tras convertirse en el partido más votado en las pasadas elecciones del 22 de mayo y gracias a la abstención de UPyD.
Por primera vez en la historia de la democracia, la pinza PSOE-IU no podrá imponerse al resto, con lo que el alcalde-presidente de la FEMP tiene las horas contadas. En esta última semana, ha recibido incluso a quien hasta ahora ignoraba: al candidato de UPyD, Luis Morato, que con dos concejales, se ha convertido en la llave del Gobierno local. Entre la tristeza y la desesperación, Castro intenta ahora asegurar el futuro de los suyos. Eso le pidió a Morato el pasado miércoles cuando le citó en su despacho. Pese a que el futuro portavoz de UPyD ha renunciado a gobernar en coalición con el PP, Castro le imploró que trasladara sus preocupaciones al futuro alcalde, Juan Soler. Ayer, en el último pleno de la legislatura, el presidente de la FEMP se despidió dando las gracias a todos.
«Ha merecido la pena», concluyó. Mientras Castro pronunciaba estas palabras, Getafe era empapelada con pasquines contra UPyD. Aunque los papeles no están firmados, los autores se delatan en el escrito: «Los progresistas creemos que (...) las fuerzas de progreso no deben permitir que la derecha gobierne una ciudad que no le ha votado mayoritariamente». Sin embargo, la propaganda a la desesperada no va evitar que el sábado Soler suceda a Castro. Aunque no hay nada firmado, la abstención de Morato es una evidencia. De hecho, la votación, así como varios asuntos del programa electoral del PP en Getafe, se «cerraron» el pasado miércoles en la comida que Soler y Morato compartieron con el secretario general del PP en Madrid, Francisco Granados, y el presidente del Getafe, Ángel Torres.
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