Barça «impossible is nothing»

Hace ya tiempo que el conjunto azulgrana dejó al diccionario sin adjetivos para describir sus gestas. Afronta cada partido como una final y tritura récords a una velocidad supersónica. Lo que más desespera a sus rivales es que después de ganar seis títulos en un año, de sumar 99 puntos en una Liga o de endosar un histórico 5-0 a su eterno rival, el Barça no da señales de haber perdido ni un ápice de su hambre de gloria.

Guardiola es el encargado de canalizar toda la calidad de la plantilla y convertirla en un conjunto único, que pugna con justicia por el puesto de mejor equipo de la historia. «Estos jugadores nunca dejan de sorprenderme y me dan mucha tranquilidad para el futuro», decía Pep tras el 1-5, otro récord, al Espanyol.

La filosofía del vestuario complace a su técnico, que se siente más a gusto con un discurso prudente en público y vehemente sobre el campo. «Tenemos que disfrutar del momento que estamos viviendo, el día que nos creamos invencibles dejaremos de ganar», espetaba Piqué en la zona mixta de Cornellà, donde el Barça endosó cinco goles al Espanyol en su feudo por primera vez en la historia, sumó su octavo triunfo a domicilio seguido y su décimo en el global de la Liga, además de sumar 22 duelos invicto, todo un récord en la era Guardiola.

Cuando parece que ha llegado a la cima, el Barça es capaz de clavar el piolet un poco más arriba. «Con este equipo, lo imposible no existe. No se pone techo a su mejora», amenazaba ayer Dani Alves. Antes de las vacaciones navideñas, la nueva cima es el Athletic, mañana en Copa.