La Habana
«El exilio es una prolongación de nuestra lucha»
Sus dedos formaban la «V» de victoria, pero en sus rostros era evidente, además del cansancio por el largo viaje desde La Habana, una mezcla entre el alivio que les provoca la excarcelación y la incertidumbre por un futuro incierto.
Los primeros siete presos políticos de los 52 que aún quedan de la llamada «Primavera Negra» de 2003 y que ofreció liberar el Gobierno de Raúl Castro, llegaron pasado el mediodía al aeropuerto de Barajas junto con sus familiares (más de 30 personas), entre la expectativa de decenas de periodistas y de disidentes que los recibieron en la terminal aérea.Julio César Gálvez, en representación de los otros seis excarcelados que llegaron a la capital: Pablo Pacheco, Omar Ruiz Hernández, Antonio Vilarreal Acosta, José Luis García Paneque, Ricardo González Alfonso y Lester González Pentó, dirigió sus primeras palabras a los medios al dar lectura a un comunicado que escribieron durante el vuelo a nombre de las 75 víctimas de aquel episodio de opresión. «Somos la avanzada de un grupo de prisioneros de conciencia que apenas ha tocado tierra española después de más de siete años de injusto encierro y cautiverio (...) tras nosotros han quedado 45 hermanos y muchos prisioneros políticos en cárceles de la isla, así como algunos hospitalizados en espera de su llegada a España junto a sus familiares y otros que no desean abandonar la tierra que los vio nacer», dijo.Aunque destacó la mediación de la Iglesia católica y del gobierno de España en este tema, Gálvez dejó claro que no hubiera sido posible sin la incansable lucha del fallecido Orlando Zapata, de la huelga de hambre de Guillermo Fariñas y de la resistencia de las Damas de Blanco. «No nos consideramos manipulados, sencillamente somos vías de un camino (...) El exilio para nosotros es una prolongación de la lucha», comentó a su vez González Alfonso, cuando se le preguntó si fueron presionados a venir a España. «Este no es el primer paso y mucho menos será el último. La palabra cambio comienza con libertad», afirmó.Ninguno de ellos sabe qué sucederá con sus vidas y las de sus familias a partir de ahora. Pero Zoe Valdés, escritora cubana que vive en el exilio y los recibió en Barajas, dice tenerlo claro. Teme que con el paso del tiempo, sus connacionales sufran el abandono de las autoridades. «El Gobierno cubano durante años ha hecho negociaciones para quitarse a estos presos de encima. Me da dolor saber que los han sacado de las cárceles para los aviones, en una especie de destierro. No entran como refugiados políticos, sino de inmigrantes y estos señores se merecen protección de las autoridades españolas de por vida», indicó.Blanca Reyes, representante de las Damas de Blanco en Europa, estuvo pendiente de la llegada y posterior traslado de estos desterrados y sus familiares hasta su lugar de alojamiento. Personal de la Cruz Roja Española se encargó de hacerles los primeros chequeos médicos y de evaluar su estado sicológico y emocional. Un portavoz de la institución, informó a La RAZÓN que junto con la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y la Asociación Comisión Católica Española de Migración (Accem), una ONG de apoyo a inmigrantes, serán los encargados de la logística y de proporcionarles los medios de subsistencia a todos los cubanos que llegarán a España. «Hasta el jueves sabemos que vendrán, así que entre las tres entidades nos haremos cargo, calculamos,de unas 80 personas. Se están viendo ya las posibilidades de alojamiento en distintos puntos del país», dijo.La presidenta de CEAR, María Jesús Arsuaga, declaró a Europa Press que las personas bajo su responsabilidad (unas 25) serán trasladadas a un centro en Málaga, donde podrán residir hasta que reciban la documentación para su residencia legal en España y para que accedan al mercado laboral.José Luis García, en declaraciones a la prensa por la tarde, afirmó sentirse «destrozado» por las 72 horas que llevaba sin dormir, pero afirmó que la «atención ha sido excelente. Es como venir del purgatorio al paraíso por un pecado que no cometimos». Para hoy está previsto el arribo de otros cuatro disidentes, anunció el ministro de Asuntos Exteriores Miguel Ángel Moratinos.Antonio Villarreal, Condenado a 15 añosPidió firmas en Santa Clara para apoyar el democrático Proyecto Varela. Pablo Pacheco, Condenado a 20 añosNatural de Ciego de Ávila, ejercía como periodista independiente. Léster González, Condenado a 20 añosEl más joven de los arrestados, en 2003. Era periodista en Santa ClaraJulio César Gálvez, Condenado a 15 añosEra reportero en La Habana. Le despidieron de dos radios cubanas.José Luis García, Condenado a 24 añosCirujano plástico, formaba parte de una asociación médica independiente. Ricardo González, Condenado a 20 añosNatural de La Habana, trabajaba para Reporteros Sin Fronteras.Omar Ruiz, Condenado a 18 añosReportero independiente. Es de Santa Clara. Desde los años 90 era activista.Alojados en la zona industrial En un hostal de tres plantas ubicado en un polígono industrial de Madrid, y que ofrece habitaciones de 13,90 euros la noche, fueron alojados los exiliados cubanos y sus familiares la tarde de ayer. El lugar no cuenta con restaurante propio. Por ello, a un local de comidas situado al lado, se pidió la preparación de sus almuerzos, el cual consistió en lentejas y ensalada de pasta, la entrada; merluza de plato principal, y fruta, de postre.En este lugar, personal de la Cruz Roja Española se encontraba realizando revisiones médicas a los familiares de los excarcelados. Según una fuente, estarán ahí, al menos esta semana.
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