País Vasco

Rajoy multiplicará la presencia de su Gobierno en Cataluña

La Razón
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MADRID- El presidente de la Generalitat, Artur Mas, salió de Moncloa con el «no» del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al concierto económico para Cataluña «por no ser compatible» con la Constitución española. Y con un paquete de «serenas» advertencias, siempre dentro de un discurso amable en contenido y formas.

En privado, Rajoy le trasladó al líder catalán que en Cataluña hay muchos ciudadanos que comparten que dentro de la Constitución hay mejores modelos de financiación que el Pacto Fiscal para salir de la crisis, financiar los servicios públicos y garantizar la cohesión social. Y que, además, el mismo no cuenta con el respaldo de otros partidos nacionales.

Por tanto, su hoja de ruta consiste en evaluar e instar la revisión del actual sistema de financiación. Que fue aprobado y promovido en el año 2009 por la Generalitat de Cataluña, le recordó. Pero otras fórmulas que cuestionen el marco constitucional, como las que Artur Mas plantea, «sólo pueden ser decididas por el conjunto del pueblo español representado en las Cortes Generales».

Moncloa respondió al puñetazo en la mesa del presidente de la Generalitat con un comunicado en el que informaba de que Rajoy le había reiterado su disposición a avanzar en una colaboración franca y leal, «mediante un diálogo sensible a la diversidad de Cataluña y de España y respetuoso con el marco legal, que es el primer requisito de actuación de cualquier gobernante». Una vez celebrada la entrevista, un «trámite» según Moncloa, el Gobierno se pone a la espera para ver por dónde respira el dirigente catalán. Eso sí, además de reafirmar la contundencia en el plano político, Rajoy ha dado orden de que se estudien ya las respuestas legales a las posibles actuaciones que pueda poner en marcha el presidente de la Generalitat. El jefe del Ejecutivo quiere estar preparado y anticiparse a todos los escenarios. Ayer le recordó a Mas la obligación de «todos los gobernantes» de no añadir más complicaciones a los ciudadanos. Y le advirtió de los riesgos económicos de distraernos del empeño colectivo en salir de la crisis y de las consecuencias negativas de la inestabilidad. También ratificó el compromiso de su Gobierno con buscar mecanismos de apoyo a las distintas Administraciones autonómicas y locales para solucionar sus problemas de liquidez y hacer frente a sus compromisos de pago. Estos problemas –le recordó a Mas– tienen su origen en un exceso de gasto y también en una caída generalizada de la actividad económica. Ante la amenaza de ruptura, Rajoy ratificó que la gravísima crisis actual sólo se superará desde la corresponsabilidad y la cohesión, y no desde la división y la inestabilidad institucional.

Ministros y altos cargos del PP reconocen que Mas ha convertido a Cataluña en un problema de Estado, más preocupante que el País Vasco. Y que la situación exige de la máxima prudencia, pero sin hacer dejación de responsabilidades en la defensa de la legalidad vigente.
Rajoy multiplicará la presencia de su Gobierno en Cataluña y él también reforzará sus visitas. «Hay que explicarse y hacer pedagogía», explicaban anoche en Moncloa. La ofensiva llegará al ámbito diplomático si Mas continúa dando pasos adelante.