Un «look» casi premonitorio

Madrid- Con la máxima expectación posible y rodeado de cámaras de televisión y fotógrafos salió ayer a la calle Rafael Fernández García de los juzgados de Alcorcón. «El Rafita» se ha convertido en todo un delincuente mediático que sigue los pasos de otros, como El Vaquilla o El Pera, que ya retransmitieron al público su periplo por juzgados y cárceles. Parece que «El Rafita» se encuentra cómodo con su papel de «chico malo» y que resta importancia a la gravedad de los delitos que ha cometido y que comete. Ayer salió de la sede judicial airoso y, ni mucho menos, echó a correr como hacía antes en cuanto veía a un periodista. Es más, en alguna ocasión, hasta sonreía por lo violento de la situación. Está acostumbrado a salir en la Prensa y da la sensación de que simula sentirse acosado como un famoso del corazón pero que, en realidad, parece encantado con ser el centro de atención. En su barrio, tampoco se esconde. Sabe que, aunque están acostumbrados a verle, todavía hace girar cabezas para cerciorarse de que es él. Lejos de encerrase en casa, pasa las tardes sentado en los bancos del parque de debajo su casa, donde es el «líder» del grupo de amigos. El «look» que mostró ayer a la salida de los juzgados de Alcorcón alimenta aún más el personaje mediático en el que, tristemente, ya se ha convertido . Una fina línea de barba perfectamente afeitada enmarcaba su cara pero fue su vestimenta lo que más llamó la atención. Zapatillas y calcetines de marca, camiseta azul sucia por el trajín del día anterior y, la clave, unas bermudas estampadas con una reja llena de pinchos. No sabemos si le haría gracia el dibujo por las verjas que está acostumbrado a saltar al huir de la Policía (sin ir más lejos, el día de su detención) o quizás sea una premonición de que pasará su futuro entre rejas.