Del Bosque define su estilo como «amistoso» y de valores

"Como entrenador, lo que dices es más importante que cuanto dices, si hablas necesitas tener argumentos convincentes", destaca, en una entrevista en el número de octubre de la revista que edita la UEFA, realizada por Andy Roxburgh y Graham Turner, director y observador técnico del organismo, respectivamente.

El salmantino considera que cada entrenador "tiene su propia personalidad y forma de afrontar el trabajo"y que "no hay dos iguales"porque "cada hombre es un universo diferente": "Si tuviese que describirme a mí mismo, diría que mi estilo está basado en los valores humanos y en el compartir, y en ser amistoso y positivo. Tienes que ser un líder, pero intento ser un líder amistoso", resalta.

Valores que ha ido afianzando tras haber tenido "la fortuna de ser entrenado por algunos de los mejores técnicos", que le "enseñaron lo importante que es tener otras cualidades, aparte de conocer el fútbol"como Miljan Miljanic, Vujadin Boskov, Miguel Muñoz y Luis Molowny, para quien tiene "un lugar especial en el corazón".

"Mi predecesor hizo un excelente trabajo"
Con esos valores, preparó una concentración previa al Mundial, basada en el "equilibrio"y en la que no hubo problema gracias a la magnífica labor de los futbolistas. "50 días es mucho tiempo y tuvimos la suerte de no tener problemas ni conflictos, era un grupo excelente que hizo que esos 50 días juntos fuesen una experiencia muy agradable", confirma.

Antes, el desafío fue afrontar decisiones complicadas en la convocatoria o modificar sólo lo necesario el grupo conformado por Luis Aragonés. "Mi predecesor hizo un excelente trabajo, y diría que el aspecto de ser continuistas ha sido de un gran beneficio para el fútbol español. Por otro lado, creo que lo peor es estancarse. Habría sido irreal pensar que los 23 de Viena serían los 23 de Johannesburgo", recuerda.

"Trajimos a algunos que nos podían inyectar sangre nueva en el equipo, pero el desafío fue tener que tomar decisiones duras: Marcos Senna, por ejemplo, fue posiblemente el mejor en Viena y fue difícil dejarle fuera, pero esto no es sobre sentimientos y emociones, tienes que tomar decisiones deportivas y riesgos. No hay lugar para la complacencia", considera.

En lo que respecta al juego, su premisa es que "lo más importante es construir un equipo que esté advertido de la necesidad de trabajar como tal en defensa y ataque". "La gente nos ha comparado con el Barcelona, algo lógico si tienes a Xavi, Iniesta y Busquets en el centro del campo , pero tenemos otros rasgos de otros clubes en la forma en que jugamos", considera.

"El comportamiento ejemplar de Alemania dignificó nuestra victoria"
Tras el "momento difícil"de la derrota ante Suiza, lo que "causó un poco de ansiedad mental"considera que "lo principal fue reconstruir la confianza y lo conseguimos", sumando el ansiado entorchado.

Mientras, entre sus imborrables recuerdos, desvela uno muy especial para su víctima en las semifinales, Alemania: "Fueron magníficos con nosotros, encajaron la derrota muy bien y su comportamiento fue ejemplar en todo momento. Dignificaron nuestra victoria aun más y lo digo desde el corazón".

Por otra parte, comparó la labor como seleccionador con la de entrenador de un club, así como las diferentes sensaciones entre conseguir el Mundial y la Liga de Campeones. "Tuve la suerte de disfrutar ambos y podría haber puntos de comparación, pero con la selección el trabajo es diferente y una final de un Mundial es más intensa en términos de tiempo y trabajo que las rondas de la 'Champions'", explica.

"Estoy cómodo como seleccionador, aunque pienso que los mejores resultados llegan cuando jugadores y técnico se conocen bien. En una selección tienes menos tiempo para esto, mientras que en un equipo puedes trasmitir mensajes sólo con mirarte a los ojos", compara.

Pero, en el aspecto negativo, cree que en un club "puede haber fricciones y más conflictos, mientras que en la selección el único es que son 23 y sólo pueden jugar 11". "Tener a Silva, Torres o Cesc en el banquillo puede ser un problema, pero ni como técnico del Madrid ni como seleccionar he tenido problemas grandes", aclara.

Finalmente, y al ser cuestionado sobre lo que quería erradicar del fútbol, afirma que su "deseo sería que entrenadores y jugadores no hablen tanto de los árbitros". "Sé que vivimos en países con libertad de expresión, pero creo que alguna de las cosas que se dicen hacen daño el fútbol", sentencia.