Badajoz

El presidente extremeño se va sin multa tras ser «cazado» su coche a 170 km/h

El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, confirmó hoy que la Guardia Civil de Tráfico paró el pasado lunes a su coche oficial cuando circulaba a 170 Kilómetros por hora en una vía en la que el máximo permitido son 120 kilómetros por hora.

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"El otro día, viniendo de Madrid de la reunión del Senado, nos paró la Guardia Civil en la carretera; al coche oficial, que no a mí, al coche oficial en el que yo iba, y nos identificó y supongo que en los próximos días vendrá la correspondiente sanción", explicó Vara. En ningún momento, por tanto, fue multado. Por lo menos él no se percató de ello.En cualquier caso el presidente extremeño pidió "disculpas"por lo ocurrido y dijo que todo se debe a lo apretado de su agenda, ya que aunque él no decide a qué velocidad ha de circular el conductor, "sí que dice a la hora a que se tiene que llegar al sitio en el que tiene una reunión o cualquier otro acto". "Quizás esto también me haga replantearme algunas cosas y no forzar las cosas, también por seguridad personal y de los que a mí me acompañan", añadió.Con estas declaraciones, Fernández Vara dejó en evidencia a la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, que dijo en Badajoz que el coche que detuvo la patrulla de la Guardia Civil fue el de los escoltas y no el del propio presidente de la Junta. "Ha sido al coche donde iban los escoltas, los policías, esos son al coche que se le paró, no a Fernández Vara, no al coche de Fernández Vara", fueron las palabras de Pereira. Una "mentira", "error"o "capote"a favor del presidente extremeño que ha desatado inmediantamente una tormenta en Extremadura. En este sentido, el portavoz del Partido Popular extremeño, Luis Alfonso Hernández Carrón, pidió la dimisión de la delegada del Gobierno por "haber mentido de manera descarada y pública con la intención de tapar al presidente de la Junta descarada y no vamos a permitir que se le falte el respeto, de esta manera, a los extremeños y a cualquier ciudadano con un mínimo de inteligencia".