Rabat

Rabat envía un «pacificador» un año después

Mohamed VI había retirado a su representante en España tras la crisis por Aminatu Haidar en enero de 2010.

El nuevo embajador, que recibió el plácet del Gobierno español en abril, ha tardado ocho meses en llegar
El nuevo embajador, que recibió el plácet del Gobierno español en abril, ha tardado ocho meses en llegarlarazon

Hace apenas un año y medio, el saharaui Ahmed Ould Souilem nunca había estado en Marruecos. El nuevo representante diplomático de Mohamed VI en Madrid, el encargado de poner paz entre España y Marruecos después del peor período de las relaciones bilaterales de la historia, es un miembro arrepentido del Frente Polisario recién llegado a la corte de Rabat.

Su nombramiento estuvo rodeado de una gran polémica y su llegada ha levantado mucha expectación. Y no es para menos. Un año entero ha tardado el rey marroquí en acceder a reponer al embajador en una legación que llevaba desierta desde que en enero de 2010, en plena resaca por la huelga de hambre de Aminatu Haidar en Lanzarote, decidiera retirar a su antecesor en el cargo, Omar Azziman, a quien puso al frente de la Comisión Consultiva de Regionalización del Sáhara. El Gobierno español ya le había dado el plácet en el mes de abril después de alargar un poco el trámite por tratarse de un personaje tan controvertido.
 
Aunque no ha sido aún confirmado por la Zarzuela, está previsto que Souilem, que ayer voló a Madrid desde Casablanca acompañado de toda su familia, presente mañana las cartas credenciales ante el Rey para ejercer su cargo con pleno derecho. Su llegada se esperaba desde que Mohamed VI le nombrara oficialmente para el cargo el 26 de noviembre, justo una semana antes de que Rabat anunciara su decisión de revisar el conjunto de la relación con España, un extremo que parece haber quedado en agua de borrajas.

La pataleta de Rabat fue la respuesta a la moción aprobada en el Congreso y en la que los diputados pedían al Gobierno español una condena firme y sin tibieza por el desalojo del campamento saharaui de El Aaiún la segunda semana de noviembre. En la ola de represión que siguió al desmantelamiento perdió la vida un saharaui con nacionalidad española, Baby Hamday Buyema.

Ésta será una de las primeras «patatas calientes» a las que tendrá que hacer frente el nuevo embajador, nacido en 1951 en la ciudad de Dajla, denominada Villa Cisneros, cuando España administraba la que fue su colonia hasta 1975. Fuentes diplomáticas han expresado su preocupación y extrañeza porque se trate de un ex miembro del Polisario, organización separatista saharaui a la que perteneció hasta julio de 2009.

Hace año y medio, este hijo de un notable saharaui decidió pasarse al otro lado y fue recibido en Rabat «con los brazos abiertos» para que apoyara el plan del monarca para el territorio saharaui: la autonomía.

Lo cierto es que su nombramiento ha provocado malestar en el Polisario, que lo considera una «provocación» y un «obstáculo» que más que ayudar a acercar posturas va a contribuir a ahondar las diferencias.

Tanto el Gobierno de Zapatero como el propio personal de la embajada alauí confía en que el recambio diplomático contribuya a calmar las agitadas aguas entre los dos países. En los próximos meses está prevista una reunión de alto nivel en territorio marroquí y la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, tiene un viaje de estreno pendiente.


Los retos
- Sáhara

Zapatero apoya cada vez más el plan de autonomía para la ex colonia, pero la opinión pública es claramente prosaharaui y todo lo que allí ocurre es motivo de disputa.
- Asilo político
La incorporación del embajador marroquí tiene lugar tres días después de que una veintena de saharauis llegados en una lancha a Fuerteventura hayan pedido asilo.
- Ceuta y Melilla
Cada cierto tiempo se encienden las fronteras (ya de por sí calientes) entre España y Marruecos, que no cesa de reivindicar la soberanía sobre Ceuta y Melilla.
- Represión en El Aaiún
La Audiencia Nacional ha ordenado investigar la muerte de un español tras el desalojo violento del campamento saharaui. Será el primer escollo que enfrentará Souilem.
- Seguridad
La cooperación es de vital importancia para la lucha contra el terrorismo islamista, el narcotráfico y la inmigración ilegal. Rabat lo utiliza en sus relaciones con Epaña.