Historia

Sevilla

Presente y lagarto por Lucas Haurie

La Razón
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Se dice que rectificar es de sabios pero el verdaderamente sabio es aquel que no necesita rectificación alguna por haber adquirido la costumbre de acertar a la primera. O sea, la célebre frase de Fouché, el relativista más cínico de la Historia desde Enrique IV: «Es peor que un crimen, es un error». Los políticos, como las babosas y las tarjetas de crédito, dejan rastro de sus actuaciones. En su caso, en las hemerotecas. Resulta, por tanto, que no era tan ineludible el compromiso de Griñán en Almería y sí pudo pasarse un ratito por La Cartuja; no para rendir pleitesía a Zoido, sino para evitar el desaire al Rey. Tocayo del fundador de Falange por haberse criado entre los vencedores de la Guerra Civil, el todavía presidente de la Junta pudo cumplir con la literalidad de la liturgia de los actos de adhesión al régimen: ¡José Antonio!, se exclamó. ¡Presente!, respondió con voz tronante. Lo chungo fue que se dejó ver el sábado con la esperanza de contemplar la conquista del punto decisivo pero su presencia gafó al equipo español. «Ha sido llegar Griñán y empezar el PSOE a perder elecciones», dijo la semana pasada el taimado Javier Arenas. ¿Proyectará también el cenizo al tenis? Lagarto, lagarto.