Crítica

Schwanewilms saber decir

XVIII Ciclo de liedObras de Debussy, Wolf y Strauss. Soprano: Anne Schwanewilms. Piano: Manuel Lange. 16-I-2012. Teatro de la Zarzuela. Madrid.

La Razón
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Anne Schwanewilms dejó un gratísimo recuerdo cuando debutó en este ciclo en la temporada 2007/8, reafirmando la calidad de su previo protagonismo en la «Ariadna en Naxos» del Real. Luego vino otra magistral interpretación de la Mariscala en el último «Caballero de la rosa» del mismo coliseo y ahora una nueva presencia en el veterano e imprescindible Ciclo de lied. El programa, integrado por canciones de Debussy, Wolf y Strauss, combinaba la seriedad de los lieder en torno a la muerte sobre textos de Mörike con otros más ligeros de Strauss o la misma fuente. Pudo así mostrar una gran versatilidad, enganchando al público con una envidiable presencia a la que se añade un excepcional saber decir. Dio gusto escuchar su fraseo en «Ay, pesar, tormento y penas» o en la «Canción del Elfo». Si Lauri Volpi escribiese unas nuevas «Voces paralelas», quizá hubiese comparado la de esta soprano alemana con la de la inglesa Margaret Price. Muchas cosas unen los estilos de ambas, como técnica y musicalidad, además de la citada dicción o, lo que es especialmente de agradecer en este ciclo, un instrumento de auténtica lírica. Esta voz poderosa, quizá un punto justa arriba, resulta vehículo ideal para Strauss o Wagner y permite llenar por completo sin esfuerzo un aforo como el de la Zarzuela, pasando de la exhuberancia al recogimiento con la misma expresividad. Redondeó la magnífica actuación con un par de propinas entre las que destacó la «Mañana» del compositor bávaro. Llegan alarmantes noticias según las cuales Caja Madrid podría suprimir sus actividades musicales, incluyendo los «Siglos de oro» y los ciclos de cámara y lied. Sinceramente esperamos una reflexión, pues los cincuenta mil euros que le supone el lied son una minucia con lo que subvenciona alguna otra institución musical y una inversión que ha rentabilizado e identificado enormemente el ciclo y la Fundación Caja Madrid a lo largo de dieciocho años. No puede perderse.