Trípoli
Soldados libios retienen a 8 marineros italianos
La imprudencia de una naviera ha hecho que todo un país esté con el corazón en un puño. Haciendo oídos sordos a los bombardeos occidentales y al sentido común, la compañía italiana Augusta Offshore ha seguido operando en Libia con uno de sus remolcadores hasta que ayer fue tomado en el puerto de Trípoli por un grupo de militares libios armados y por miembros de la autoridad portuaria
La tripulación, formada por ocho italianos, dos indios y un ucraniano, se encuentra retenida a bordo del buque. No se ha podido contactar con ellos desde ayer a primera hora de la mañana, cuando el comandante informó a la naviera de que los soldados se habían hecho con la embarcación, cargando en ella dos zódiac y ordenándole que interrumpiese todas las comunicaciones.
La preocupación en Italia es máxima. El ministro de Defensa, Ignazio La Russa, aseguró que el Gobierno está valorando «todas las opciones posibles» para liberar a los tripulantes del remolcador. La nave estuvo retenida en Trípoli hasta las 13 horas de ayer, cuando zarpó con rumbo noroeste. Algunas fuentes señalaron que podía dirigirse a una plataforma petrolíferas, pero esta información no pudo confirmarse debido a que los militares libios apagaron todos los sistemas de localización de la embarcación.
Un helicóptero aliado avistó la embarcación, lo que motivó que ésta pusiera rumbo de nuevo a Trípoli. El ministro de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, reconoció que no se sabe cuáles son las intenciones de los soldados de Gadafi a bordo del «Asso 22».
La reconstrucción de los hechos que ha realizado la naviera aumenta más la incertidumbre.
Según Augusta Offshore, en la noche del viernes varias personas que afirmaban pertenecer a la autoridad portuaria de Trípoli subieron a bordo y pidieron información de la nave: querían saber cómo operaban sus sistemas de comunicaciones. Estos individuos desembarcaron, pero al día siguiente volvieron al «Asso 22» para inspeccionarlo y tomar fotografías del puente y de la sala de máquinas.
Tras bajar a tierra unas horas, regresaron por la noche y pidieron al comandante que le enseñasen cómo funcionaba el barco. Pasaron toda la noche del sábado al domingo en el remolcador hasta que, a primera hora de la mañana de ayer, llegaron los militares que terminaron de hacerse con el control. Estos hechos han hecho estallar las especulaciones. No se puede descartar que los soldados intenten atacar una plataforma petrolífera usando a la tripulación como escudo humano. El temor por lo que pueda pasar se ve espoleado por las palabras de Gadafi, que ha incluido a Italia entre los países que le han traicionado.
Lampedusa teme bombardeos de Gadafi
Lampedusa no aguanta más. Esta pequeña isla italiana situada en el centro del Mediterráneo se ha convertido en la puerta de Europa: en las últimas semanas han llegado a sus costas miles de inmigrantes norteafricanos procedentes de Túnez. Sus 5.000 habitantes no soportan más la presión que suponen los indocumentados. El Gobierno de Berlusconi ha enviado una nave militar a la isla para llevarse a un millar de indocumentados. Ahora se suma el miedo a que Gadafi repita lo que ya hizo en 1986 y vuelva a lanzar misiles contra Lampedusa en venganza por un ataque occidental.
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