Muñoz Escassi protagonista de un vídeo íntimo por Jesús Mariñas

En la entrega de los Premios Club de Medios se disfrutó de reapariciones y de caras nuevas, ¡aleluya! Por un día descansaron Carmen Lomana, Cari Lapique y los hermanos Medina Abascal. Luis María Anson consiguió, una vez más, mezclas perfectas: la desacostumbrada Emma Suárez, Palomo Linares y el embajador francés, Bruno Delaye, entre otros, que siempre es guinda apetecible en estas reuniones sociales. Destacó Norma Duval bajo un ceñido vestido de terciopelo rojo junto a Mathias y Palomo Linares, rejuvenecido tras su ruptura con Marina Danko, aún sin aclarar del todo. Quedan claroscuros que el pintor y torero no desvelará. Es un señor y pasó página a sus treinta y siete años de matrimonio con la guapísima colombiana, que parece consolarse con un primo que no lo es tanto. «No pienso decir una palabra, yo no tengo ni novias, ni romances y sólo pienso en pintar», dijo Linares cerca de Pedro Osinaga, que compitió en galanura con Paco Valladares, embozado en una capa madrileña con aterciopeladas vueltas rojas.

Pepe Ruiz suspiraba quizá añorando las divertidas «Escenas de matrimonio» que protagonizó junto a Marisa Porcel. Dejaron una estela no cubierta por la también sainetera «La que se avecina», que gana nuevos personajes y «gags» en cada episodio. Piropearon a esta serie que ya no produce José Luis Moreno, al igual que Beatriz Montañez ha cambiado «El intermedio» por el cine. Confía en tener ahí un futuro, algo paradójico cuando los datos confirman la desbandada ante las producciones nacionales, salvo «Torrente». «El director me advirtió el ultimo día que nada de lágrimas, pero no pude evitarlas», contaba Beatriz a Pedro Ruiz, con quien bromeó Isabel Gemio recordando sus largos años barceloneses cuando la conocíamos como Isabel Garbi y era casi hermana de Chelo García Cortés, a cuyo hermano le cedió su piso de la Ronda. Nacho Fitzgerald acudió con una impecable con americana ribeteada en raso negro. Éste defendió a sus amigos y nada dijo cuando se le preguntó malintencionadamente por la reciente noche alegre y confiada de Lara Dibildos en la Taberna de las Ánimas. Chocó porque ella nunca pierde las formas.
También hablaron de un vídeo íntimo de Álvaro Muñoz Escassi, que parece ser como un retrato, o eso me aseguraron. Realizaron la promesa de un pase privado que podría revelarme a un Álvaro para mí inédito. Ansío visionarlo. Podría resultar didáctico como este Club periodístico, al reconocer cuánto hace Torres Bermejas y su Garbanzo por el runrún madrileño. Lo mereció sobradamente en su medio siglo haciendo palmas y cobijando a una de las pocas peñas que subsisten en un Madrid ya no castizo.