El jeque se hartó de Ferreira

Como dictan los cánones, los resultados mandan y los del Málaga han situado al equipo en la zona de descenso. Jesualdo Ferreira llegó a España con la mochila cargada de ilusión y tres años de contrato, a 1,7 millones de euros por temporada. Con ilusión y veteranía impuso un estilo de juego atractivo, 4-3-3, pero según han transcurrido las jornadas se ha mostrado insuficiente para competir en la élite del fútbol español. Su cerrazón y empecinamiento –nunca ha reconocido errores ni fallos en sus planteamientos– le han costado el puesto, a pesar de la firme apuesta realizada por los nuevos responsables del club durante el verano. Tampoco los jugadores creían ya en él. Además, la afición ya había mostrado sus discrepancias con la dirección técnica. Cinco derrotas en cinco partidos en La Rosaleda han acabado con la trayectoria malaguista de Ferreira.

La derrota ante la Real Sociedad, su insistencia en su sistema de juego, sin atender a posibles variantes, y la falta de conexión con el vestuario han sido la tumba para el portugués. En la conferencia de prensa posterior al encuentro ante la Real culpó directamente del resultado a la plantilla: «Yo no juego», aseguró. Desde entonces estaba sentenciado, a pesar de que la destitución costará al club unos 7 millones de euros entre su salario y el de sus tres ayudantes.

El jeque Abdullah Bin Nasser Al-Thani y su segundo, Abdullah Gubn, han buscado un revulsivo que tenga efecto inmediato. Ése debe ser Manuel Pellegrini, aunque la sesión de entrenamiento de ayer estuviera dirigida por Rafa Gil, un hombre de la casa. La intención de la directiva es que el chileno debute con el Málaga en Cornellà ante el Espanyol.

En la reunión mantenida ayer con el vicepresidente, el preparador luso puso de manifiesto su creencia de estar capacitado para poder cumplir los objetivos marcados para la presente temporada, pero los responsables del club tenían la apuesta muy clara desde el pasado domingo.

A pesar de que en los despachos de La Rosaleda se manejaron nombres como los de Luis Aragonés, Víctor Fernández, Luis Fernández o Gabriel Calderón, el elegido para sacar al equipo de la crisis es Manuel Pellegrini.

Jesualdo Ferreira se ha convertido en el segundo entrenador de Primera División destituido en lo que va de temporada. El primero en caer fue Antonio Álvarez, que fue despedido tras la derrota del Sevilla ante el Hércules en la quinta jornada y fue reemplazado por Gregorio Manzano. Los números del técnico portugués son mucho peores que los de Álvarez. En nueve jornadas de campeonato, el Málaga ha sido incapaz de ganar como local, ha sufrido seis derrotas y es el equipo más goleado de la Liga, con 21 tantos en contra. Ocupa la decimoséptima plaza en la tabla y sólo ha sido capaz de sumar siete puntos.