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La crisis dejará este año el paro al borde de los seis millones
El Gobierno impondrá un drástico recorte en los ministerios y obligará a las autonomías a más ajustes
MADRID- «Austeros, ajustados y realistas». Así serán los Presupuestos Generales del Estado que presentará el Gobierno en los próximos meses, tal y como adelantó la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Ayer, el Ejecutivo presentó el cuadro macroeconómico que servirá de base para su elaboración y que permite ser poco optimista. El Producto Interior Bruto se contraerá un 1,7% en el conjunto del año, –en línea con lo previsto por el FMI– y el déficit público cerrará en el 5,8%, 1,4 puntos porcentuales por encima de lo que el anterior Gobierno había fijado en el Pacto de Estabilidad.
El Gobierno no parece preocupado el que la cifra de déficit se desvíe de la senda marcada por Zapatero. «España está cumpliendo con la reducción del déficit estructural y eso es lo que Bruselas tiene en cuenta». El próximo mes, España presentará una actualización del Pacto de Estabilidad con los objetivos hasta 2014, cuyas cifras examinará la Comisión Europea –al igual que la de todos los países– un mes después. Tanto Soraya Saénz de Santamaría como Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, que ayer comparecieron tras el Consejo de Ministros, están convencidos de que Bruselas reconocerá el esfuerzo de consolidación que está llevando a cabo este Gobierno y la sociedad española.
Un año perdido
La nueva cifra de déficit es la consecuencia de un escenario económico que en nada se parece al que pintó para 2011 y los años posteriores Elena Salgado. Y a eso se va a agarrar el Gobierno español a la hora de presentar el cuadro macroeconómico.
«El Gobierno no quiere generar falsas expectativas y por eso es realista en sus hipótesis», dijo De Guindos. Quizás por eso el ministro de Economía ha dibujado un escenario trimestral nada halagüeño. La economía española entrará en recesión a finales de este mes al acumular dos periodos consecutivos con el PIB en números rojos. Puede que en el tercer trimestre tampoco se corrija la tendencia y sólo entre octubre y diciembre se recupere la estabilidad. El sombrío panorama se completa con una ligera depreciación del euro, el mantenimiento de los tipos de interés en los actuales niveles y un precio del barril de petróleo de 120 dólares.
Una vez más, la demanda exterior salvará al PIB de un mayor descalabro, aunque no podrá compensar la caída del consumo de los hogares españoles, el desplome del gasto público y de la inversión. La demanda interna se contraerá un 4,6% y el saldo exterior aportará en positivo 2,9 puntos al PIB. El resultado final: una caída de la actividad económica del 1,7%.
Las consecuencias de este escenario se dejarán notar en el mercado laboral. Se perderán 630.000 puestos de trabajo y la tasa de paro en términos de EPA subirá al 24,3%. «Yo no diría que se puede alcanzar la cifra de seis millones de parados», concluyó De Guindos, aunque sea inadmisible.
Menos empleo y más paro
Y es que la reforma laboral que acaba de aprobar el Gobierno no tendrá impacto en el corto plazo. «Empezará a notarse en los últimos meses de este año, pero sobre todo, en 2013».
En el año próximo el escenario puede cambiar sustancialmente. «Será un escenario más viable y estaremos en condiciones de reducir más el déficit». Montoro confirmaba así que es intención del Gobierno acabar los deberes impuestos por Bruselas el próximo ejercicio. «Nos conviene eliminar el déficit con independencia de la situación económica que tengamos en un futuro próximo», dijo Montoro.
El titular de Hacienda se encargó de presentar el techo de gasto del próximo presupuesto: 118.565 millones de euros, un 4,7% inferior al de 2011 en términos homogéneos. Para los ministerios el recorte será casi histórico. Habrá sólo 59.978 millones de euros para todos los departamentos, lo que significa una reducción del 12,5% en relación con la cifra de 2011.
La reducción del déficit desde el 8,5% con el que se cerraron las cuentas el pasado año al 5,8% que prevé el Gobierno va a recaer fundamentalmente sobre las comunidades autónomas, que tendrán que apretarse el cinturón y adoptar medidas de ajuste exentas de tintes electoralistas. En diciembre tienen que dejar reducidas sus pérdidas en 1,4 puntos de PIB, desde el 2,9% al 1,5%. La Administración central tendrá que rebajar sus cifras en 1,1 puntos de PIB y la Seguridad Social, no repetir números rojos.
Y todo sin subir los impuestos ni las cotizaciones sociales, y actualizando las pensiones.
Las dos caras de la moneda
De guindos
Las cuentas claras
El ministro de Economía, Luis de Guindos, no ha querido nunca «vender» optimismo sin base lógica y ha optado siempre por el realismo. Desde un primer momento, alertó de que la situación del país era «peor de lo esperado» y la toma de decisiones se ha realizado en base a ese pronóstico.
Salgado
Brotes verdes secos
La ex ministra de Economía, Elena Salgado, preconizó en 2009 y 2010 que lo peor de la crisis había pasado ya e incluso se aventuró a señalar que había «brotes verdes» en la economía. Desde entonces, el país no sólo no ha creado empleo, sino que lo ha destruido, y la economía se ha debilitado y ha vuelto a la recesión.
El PSOE pulverizó su techo de gasto
No hay nada más engañoso que las previsiones económicas, y de eso sabe mucho el PSOE. Alfredo Pérez Rubalcaba y Elena Salgado, vicepresidentes del Gobierno del PSOE, aprobaron el 24 de junio de 2011 un techo de gasto de 117.353 millones de euros para el presente ejercicio. El objetivo: cumplir con Bruselas y reducir el déficit al 4,4%. Lo que no contaron en aquella rueda de prensa es que el gasto total del Estado ya había superado entonces no sólo esa cifra, sino la presupuestada en 2010 para ese año –122.022 millones–. Como consecuencia del gasto desmedido del Ejecutivo socialista, España no cumplió el año pasado con lo que pedía Bruselas (6%) y tampoco podrá hacerlo éste (4,4%). La diferencia es que el Gobierno de Zapatero mantuvo que cumpliría la promesa del 6% de déficit hasta después incluso de las elecciones del 20-N, mientras que el Ejecutivo de Rajoy ya ha avisado con antelación de que el ajuste no será posible.
Montoro descarta más subidas de impuestos este año
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, negó ayer que el Gobierno estudie más subidas de impuestos para este año o un alza de las cotizaciones sociales, posibilidad esta última que cree que sería contraproducente para la creación de empleo. Con el objetivo de reducir el déficit público heredado del PSOE, el Ejecutivo de Mariano Rajoy aprobó a finales de 2011 un alza en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y en los tipos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), una subida temporal para los próximos dos años y que aportará ingresos adicionales al Estado por valor de unos 6.000 millones de euros (el 20,7% del ajuste total).
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