Rajoy: «Debe convocar elecciones»

El discurso se adaptará a las nuevas circunstancias, pero Mariano Rajoy no variará significativamente su estrategia de oposición para responder a la sucesión socialista. El líder popular cree que lo mejor es no apartarse de su camino, moverse lo menos posible y dejar que sea el PSOE el que «se queme» en el fuego de las primarias. «Hay que estar muy atento a ver cómo evoluciona el proceso, pero, de momento, hay que alterarse más bien poco», sostienen en Génova. En el PP admiten «sotto voce» que Zapatero ha hecho lo que podía hacer dentro del poco margen que le quedaba, y que ahora se abre un escenario incierto en el que las cosas pueden salirle bien al PSOE y que todos se pongan a trabajar en las elecciones autonómicas y salven los muebles; o muy mal, es decir, que estalle una «guerra navajera» en la que Rodríguez Zapatero quede convertido en un presidente de papel sin autoridad interna y sin apoyos externos para seguir adelante con sus reformas. Pero como es difícil anticipar si la balanza se inclinará de un lado o del otro, Génova cree que por ahora lo más conveniente es mirar los toros desde la barrera y dejar que sean los socialistas los que agiten sus aguas, en alerta, eso sí, «por si en un momento dado hace falta reaccionar». Las autonómicas de mayo determinarán, sostienen, la sucesión y un posible adelanto electoral.
Mientras tanto Rajoy volvió ayer a reclamar elecciones anticipadas porque España «necesita estabilidad y no interinidad ni bicefalia». En una entrevista en la Cadena Ser, y horas más tarde en un acto de partido en Murcia, el jefe de la oposición concentró su munición dialéctica en dibujar un escenario político inmóvil, en el que nada cambia en lo que afecta al interés general porque el presidente del Gobierno haya confirmado que no opta a una tercera elección.
El paro existente es «inaceptable», comentó, y España «no se merece esto; se merece un poco más de seriedad y responsabilidad, y menos quinielas y ferias de las vanidades».
El dato del paro de marzo, que aumentó en 34.406 personas respecto a febrero, sirvió de acicate para que Rajoy lanzase a través de la red social de Facebook la consigna de que su prioridad como presidente del Gobierno será el «empleo y el trabajo», y para que en una comida con militantes recuperase su compromiso de gobernar con un plan para cuatro años, en el que incluirá ideas claras para reducir la tasa de paro.
«No nos vamos a resignar a conocer que Alemania tiene una tasa de paro del 6,1 y España del 21, a tener el doble de tasa de desempleo que la UE, y a ser el país de Europa con más parados. Eso no puede ser así, aquí no ha habido ninguna maldición bíblica, sino un Gobierno incompetente», manifestó.
Este lunes viajará a Berlín para reunirse con la canciller alemana, Angela Merkel, una foto que le viene muy bien para el álbum de presidente de Gobierno «in pectore» que quiere seguir rellenando bajo los impulsos de la campaña autonómica y municipal.