España a por el oro Mundial en un circuito «casi plano»

Maastricht- Vino, vio Alejandro Valverde el recorrido de Valkenburg, donde hoy se pone en juego un año entero volando sobre el arcoíris, y retorció el gesto: «Pero, ¿dónde están los repechos?». Tenía en mente un circuito lleno de subidas, de cotas que las llaman aquí, de carreteras estrechas. Y de eso, nada, o poco. Aquel idílico pensamiento de toda una selección pasó a ser una hipótesis, esa de que un «dream team» como es España en este Mundial a un posible servicio del murciano, el más entero y regular de la Vuelta con permiso de Joaquim Rodríguez, el que mejor ha descansado y más ha entrenado en las dos semanas que vienen desde que bajó del podio de la Castellana.
Al verlo tan plano Valverde, y también Contador –que asegura: «Mi papel será endurecer la carrera», como queriendo decir que los anillos no se le caerán por trabajar para quienes hasta hace poco luchaban encarnizadamente contra él por la Vuelta–, miran a Óscar Freire a las puertas de decir adiós a su carrera. Tres Mundiales y 36 años. Aquí, en Valkenburg, hace 14 años, comenzó su leyenda al vestirse por primera vez como internacional absoluto y disputar su primer Mundial; y aquí, un siglo después, pondrá punto final a su carrera si no gana hoy. «No descarto ganar, a eso he venido», avisa.