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«Eusko Batasuna»

La Razón
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Hay un par de obligadas preguntas que uno siempre se ha hecho cada vez que se hablaba de propiciar una «vía política» para el sector presuntamente pacífico del abertzalismo que hasta ahora se identificaba con la banda terrorista ETA y que supuestamente ahora se ha dejado de identificar: ¿por qué ese sector no se mete en Aralar, un partido que ya está creado? ¿Qué otra finalidad podía tener el sistemático empeño en que se «relegalizara» Batasuna o en fabricar una marca blanca que la de humillar a la democracia española y la de decirle al electorado «éste es el partido de ETA»? Desde ese punto de vista, que la llamada «izquierda abertzale» prefiera a EA como pista de aterrizaje democrático es una opción tan presentable como si hubiera elegido a Aralar.«Totalitarizar» Otra cosa es que tal operación pueda servir para colar terroristas o postulados totalitarios en las municipales, o sea no para democratizar a los totalitarios convictos sino para «totalitarizar» a los demócratas dudosos y convertir Eusko Alkartasuna en «Eusko Batasuna». De no ser así, estamos ante una buena noticia, pues el acto del próximo domingo en el Palacio Euskalduna de Bilbao supondría no sólo la desestimación explícita del uso de la violencia para conseguir objetivos políticos sino además, e implícitamente, el abandono del marxismo por parte de la izquierda abertzale y su apuesta por la borrosa línea socialdemócrata del partido creado por Carlos Garaikoetxea. Ese acto sería, en fin, el equivalente al «congreso revisionista» que ese mundo nunca jamás ha tenido. ¡Qué graciosa paradoja!: el mundo etarra renunciando a la ideología comunista que el progresismo español se niega todavía a abandonar. Señores de Izquierda Unida, aprendan de ETA.