Tocaba fútbol

Tocaba hablar de fútbol porque el Madrid se juega esta noche el pase a cuartos de la Liga de Campeones, hecho casi tan añorado como la décima copa europea. Tocaba hablar de fútbol porque el partido lo merece y hasta el presidente del Olympique de Lyon lanzó un dardo envenenado al entrenador madridista al decir que éste optaría por jugar al cero a cero, algo que es inimaginable en él e intolerable en el estadio Bernabéu donde el afán de victoria siempre está por encima de cualquier circunstancia.
Tocaba hablar de la presumible reaparición de Cristiano Ronaldo, considerada fundamental para la eliminatoria dada su facilidad para el gol. Tocaba tal vez elucubrar sobre si es conveniente que Benzema juegue con Adebayor al lado y en caso de alinear a los dos quién iba ser el sacrificado. Lo elegante, tal vez, sería prescindir de Lass o Khedira en lugar de Di María. Pero digo que tocaba hablar de fútbol y del partido y por culpa de un tonto útil, un individuo de los que se deja manipular por gentes con intereses espurios, ha puesto en duda al Valencia de Benítez y en solfa al Barcelona de Guardiola. Un pobre muchacho, hambriento de fama, la que no consigue por méritos propios, ha lanzado vitriolo contra el fútbol y, al tiempo, ha comprometido al Madrid porque, inevitablemente, por aquello de a quién beneficia, ha surgido la sospecha de que estaba detrás de su estupidez. Y Florentino ha tenido que echar un capote a su club. El tonto inútil ha pasado a engrosar la cofradía de cantamañanas.