Teatro

Crítica

Mozart un seductor en la Arena

El festival de Verona presenta por primera vez en sus casi cien años de historia una ópera de Mozart, "Don Giovanni", con puesta en escena de Franco Zeffirelli, que apostará por la carga sensual del personaje.

Mozart un seductor en la Arena
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A sus 89 años, Franco Zeffirelli acepta el reto, como si fuera el primer montaje que firmara de "Don Giovanni". Y van nueve, nada menos. Verona le es tan familiar como el salón de su casa, aunque no se correspondan las medidas. Por primera vez en la historia de este festival pisará la Arena el "disoluto punito", el castigador, el seductor por excelencia. Y Mozart También. Será la primera vez para ambos.

El regista le conoce muy bien: "No me asusta llevar el siglo XVIII a un espacio como éste. No entiendo por qué se puede relacionar un coliseo de estas características como títulos que lleven implícito el adjetivo de inmensidad. Me gustaría convertirlo en un personaje tan popular como puede ser la Aída de Verdi porque estoy convencido de que el clasicismo de Don Juan no tiene nada de elitista. Hay que renovar el cartel", declaró al presentar en montaje en la ciudad italiana. Lo dice el maestro a quienes tantas veces han tachado de caduco e inamovible en sus puestas en escena, dardos envenenados que al señor Zeffirelli no le incomodan lo más mínimo.

La versión que se verá sobre estas piedras pondrá el acento en la carga sensual y sexual del protagonista, "en su amor carnal porque es un hombre que no puede vivir sin ejercer la dominación masculina, la destrucción de corazones, almas y cuerpos", asegura. Define al eterno conquistador como "un cerdo de pies a cabeza"con quien sólo tiene una cosa en común: su deseo de amar siempre, y con quien hay algo que no compatrtrirá jamás: la crueldad abolsuta del personaje.

La escena estará dominada por un palacio en el que se desarrolla la acción, un edifcio majestuoso, único, el centro de la acción, y al tiempo cambiante en el que el color tendrá una importancia capital. Lo explicamos: se teñirá de rojo sangre cuando Don Juan abra la puerta de los más bajos instintos: directo al infierno; tornará en paletas doradas en el momento en que el edificio sea la sede del placer, y será oscuro, negro casi, cuando se evoquen las fechorías y crímenes del comendador. Ildebrando D'Arcangelo es el encargado de estrenar el papel de Don Giovanni y se alternará como el barítono Erwin Schrott (que lo cantará los días 12 y 18 de julio), quien celebra el hecho de poder llevarlo a la Arena: "Dejemos claro que el personaje nada tiene que ver conmigo, pero lo que no podemos negar es que todos somos unos seductores natos, intentamos seducir, actuamos y nos vestimos de cierta manera para ello, como si fuera un ritual, aunque no seamos todos seductores seriales como él", declara a este diario el artista, quien asegura que "en casi todas las representaciones me he mofado de él, lo encuentro tremendamente ridículo, como a cualquier malvado. Me da risa", y añade algo en lo que también coincide Zeffirelli: "El público empatiza con Don Giovanni, aunque no exista identificación, pero esa parte tan grande que tiene de libertino le convierte en un mito". Desvela que la primera vez que pensó en hacer el papel en Verona lo desdesechó acto seguido. Se preguntó en voz alta y no acabó la frase cuando vio que "no era viable entonces. Lo cancelamos de inmediato y ahora lo vamos a hacer, aún no me lo creo".


El espacio impone y es consciente de que no es igual desgranar un aria para 3.000 personas que para 7.000: "Cantaré con la misma calma que si estuviera en una sala cerrada para la cuarta parte de espectadores". Llegó a estar preocupado por si su voz serí audible: "Tendré que gitar como un asno?", se preguntaba. Y un compañero le tranquilizó: "Tranquilo, tienes que creer en la naturaleza humana, en las posibilidades técnicas y en el bellísimo trabajo de acústica que hicieron hace tantísimos siglos los romanos". Aún le sorprende la Arena y el hecho de que "con un instrumento como la voz se pueda alimentar un espacio tan inmenso no deja de parecerme alucinante. Es una de las razones para poder hablar de las maravillas del ser humano. El hecho de atravesar los corredores del anfiteatro desprende ya una energía increíble", explica.

Está expectante y contento por poder trabajar al lado de Zeffirelli: "Es un maestro clásico que respeta la didascalia escrita en la partitura, así como el periodo en el que se desarrolla. Hoy es casi imposible econtrar alguien como él porque la dirección escénica corre por otros caminos, es otra realidad. Tiene, lógico es, defensores y detractores. Si es difícil contentar a tus vecinos, imagínate lo que puede suceder en la ópera", dice. Y se muestra partidario de que aunque estemos atravesando momento de gran dureza económica, "no dejar a la ópera de lado porque no se inyecta vía intravenosa, sino que forma parte del proceso educativo. Hay que crear un gusto, que se haga más popular sin quitarle su dignidad y su personalidad como la tienen el tango, el jazz, el rock o la zarzuela".


El reparto se completará con Anna Samuil (Doña Ana), Saimir Pirgu (Don Ottavio), Gudjon Oskarsson (El comendador), Carmen Giannattasio (Doña Elvira), Bruno De Simone y Marco Vinco (Leporello), Vincenzo Taormina (Masetto) y Geraldine Chauvet (Zerlina), bajo la batura de Daniel Oren.


El viejo Zeffirelli dejará su impronta con Mozart, pero no será la única producción que lleve su sello: la regia y puesta en escena de "Carmen"es suya (30 de junio). Quizá haya reparado en una curiosidad. La Scala inauguróa hace tres temporadas con la ópera de Bizet, interpretada por Anita Rashvelishvili y el apuesto Jonas Kauffman. La versión llevaba implícita hasta una violación encubierta, lo que encendió los ánimos más puristas y, sobre todo, el de Franco, que llegó a decir que "el dibalo estaba dentro de aquel montaje". Ahora tiene la posibilidad, brindada en bandeja de plata, de sacarse la espina. Cuenta, además, con cantantes de verdadero lujo, comoson Fiorenza Cedolins (en una Micaela que se alternanrá con Ermonela Jaho y Amarilli Nizza) y un Don José que será Marcelo Álvarez (alternado con Brandon Jovanovich). De Puccini pondrá en escena "Turandot", con el reclamo de contar en el elenco con Giovanna Casolla y Lise Linndstrom (como Turandot), Carlo Bosi, Giorgio Giuseppini, Marco Vinco, Amarilli Niza y Maria Agresta.


Una «Aída» y tres batutas
En la inaguración del Festival de la Arena de Verona, tres fueron lso directores de orquesta que estuvieron en el foso. Casi cien años después, una terna de lujo se alternará: Daniel Oren, Marco Armiliato y Plácido Domingo. Entre las voces, con dos Amenris de lujo como Dolora Zajick y Giovanna Casolla, un Ramfis con la voz de Giacomo Prestia (que se alternará con otros cuatro cantantes) y un Radamés patrio, Jorge de León, que se lleva la aplama con cinco funciones en julio (los días 15, 19, 22, 24 y 28). ¿Se puede concebir un festival en este grandioso anfiteatro sin la obra verdiana? La respuestas es no.


La vuelta de «Noli me tangere»
Se trata de un bellísimo lienzo de Il Correggio, un cuadro de difícil olvido para quien ha podido contemplarlo, y que describe una perfecta diagonal de arriba hacia abajo. La obra forma parte de la imponente escenografía que el regista Hugo de Aana, un habitual del certamen, presentará en su monatej de "Tosca", cuya escena está dominada por un soldado de dimensionaes colosales. El malvado Scarpia será Alberto Matronarino y Tosca será cantada por Martina Serafin. En la piel de cavaradossi se meterá Aleksandrs Antonenko.