Londres

Las entidades británicas separan la banca comercial de la de inversión

Los bancos británicos tendrán que separar sus operaciones de inversión y comercial antes de 2019, para garantizar su estabilidad financiera y evitar que, en caso de crisis, tengan que ser rescatados por el Estado.

La Razón
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La reforma, la más importante en la City de la historia reciente, fue detallada ayer por la Comisión independiente para la banca (IBC, sus siglas en inglés) a la que en 2010 el Ejecutivo le había pedido un informe con el objetivo de asegurar la viabilidad del sector a largo plazo y mejorar la competencia.

Las entidades, a partir de ahora, deberán establecer un «anillo de protección» en torno a su negocio comercial –que tendrá estatus legal propio y se gestionará de forma independiente– para que las consecuencias de las actividades más arriesgadas, como las inversiones, no las tenga que pagar el ciudadano de a pie.

La Comisión también pidió a la banca comercial unas reservas de capital de calidad para afrontar posibles pérdidas de al menos el 10 % y a los grandes grupos bancarios un fondo de absorción de entre el 17 y el 20 %. Se calcula que la reforma costará a los bancos británicos entre 4.000 y 7.000 millones de libras (4.600 a 8.100 millones de euros), cantidad inferior a la de 10.000 millones de libras que habían anticipado las entidades.