Bilbao

José Ignacio Ramos: «Sólo haré un paseíllo más en Burgos se lo debo a mis paisanos»

Ejemplo de sobriedad castellana, José Ignacio Ramos ha anunciado en las últimas horas que cambiará el traje de luces por americana y corbata. Tras 18 temporadas en la profesión, el burgalés no quiere fastuosas despedidas por toda la geografía española y se irá esta campaña después de hacer un único paseíllo más en Burgos. Su Burgos, donde la próxima Feria de San Pedro y San Pablo quiere hacer disfrutar una vez más a la afición que a mayores cotas le ha catapultado.

El burgalés se volcará en la gestión de varias plazas en Castilla-León
El burgalés se volcará en la gestión de varias plazas en Castilla-Leónlarazon

- Llevaba un tiempo ya madurando la idea. Son muchos años de profesión ya encima y hay que saber en qué momento decidir un final adecuado. En mi caso ha llegado, estoy orgulloso de mi carrera, pero hay más vida detrás del toro.

-¿A qué se dedicará a partir de ahora José Ignacio Ramos?

-Llevo ya un tiempo gestionando una empresa taurina con mi apoderado, Mariano Jiménez. Controlamos varias plazas como las de Roa de Duero, Lerma, Mojados o Sotillo de Adrada y queremos volcarnos del todo en ese proyecto, porque nos ilusiona. Para implicarse, hay que dedicarse de lleno a este negocio y el factor empresarial ha pesado mucho para cortarme la coleta.

-Ha influido también la falta de contratos?

-No, simplemente estaba ahí. Lo que de verdad ha pesado es la intención de poder crecer en la gestión de las plazas de toros. Insisto en ello. Si deseamos seguir ampliando las miras, es imprescindible dedicarse de lleno y sin distracciones.

-Fiel a la sobriedad castellana, se aleja de despedidas a bombo y platillo…

 -No van conmigo, si incluso mi primer planteamiento era haberme retirado en silencio. Sin torear nada más. Analicé la situación y recapacité porque me debo a mi público, a mis paisanos, que se merecen una despedida por mi parte acorde a todo lo que me han dado. Por eso, aunque no haga una temporada del adiós, si que haré un paseíllo más en la próxima Feria de Burgos.

-¿Ha imaginado ya como será aquella tarde?

-La he soñado de muchas maneras, sólo espero que me permita irme por derecho, no por la salida de atrás y a la sombra. Espero disfrutarla mucho, Burgos me ha dado prácticamente todo como torero. Han sido 28 paseíllos con 8 puertas grandes, confío en lograr ese día la novena para dar la posibilidad a mi afición y mis peñas, que saboreen otro triunfo más y se vuelquen conmigo por última vez.

-¿Qué se lleva de este profesión?

-El respeto. Sé mi situación todos estos años, me han faltado cosas para ser una figura, sin embargo siempre mi trayectoria se ha basado en el respeto a mi trabajo y también en el que ha demostrado la gente hacia mi labor. Habiendo conseguido más o menos logros, siempre me he dejado lo máximo en el ruedo y el público ha sido valorarlo.

-Alguna faena también se habrá quedado en su retina.

-Por supuesto, ya hemos hablado de Burgos, pero tampoco me puedo olvidar de plazas como Madrid o Bilbao, donde siempre he dado la cara y me han sabido entender. Han repercutido en mi devenir. También tengo mucho cariño a Vitoria. Allí, empezó todo este sueño la tarde de mi alternativa.

-¿Y en el tintero? ¿Se le han quedado triunfos?

-Sí, Madrid. El sueño de todo torero es cruzar ese arco a hombros y, aunque allí me han concedido varios premios como lidiador y a la mejor estocada, me he quedado sin saborear esa Puerta Grande.

-Por último y cambiando de tercio, ¿qué le ha parecido el impulso que han dado algunas de las figuras al traslado del ministerio de Interior al de Cultura?

-Estoy de acuerdo, será positivo, pero siempre que se haga algo más, que el cambio sólo sea la primera piedra. Que nos definan como toreros y artistas dignifica nuestra profesión y este mundo que en los últimos tiempos ha recibido demasiados ataques. Nos sentimos artistas y ahora lo somos. Eso es lo importante.