Cataluña vuelve a retrasar pagos en Sanidad y Educación

BARCELONA– Aunque la clase política catalana está inmersa en un tenso debate soberanista, tras esta cortina, la Generalitat sigue lidiando con sus problemas de liquidez. Como ya ocurrió en julio, el gobierno catalán se vio obligado ayer a retrasar de nuevo el pago de los conciertos a hospitales, escuelas, residencias, entidades sociales, centros de menores tutelados y talleres ocupacionales. Para poder saldar sus deudas, la Generalitat estaba pendiente de un pago de 560 millones de euros del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) que el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, reclamó urgentemente, hace una semana, al Gobierno para hacer frente a los gastos corrientes.

Mas-Colell avisó entonces de que si la transferencia no llegaba a tiempo volvía a correr el riesgo de retrasar el pago de facturas corrientes, igual que en verano.

Fuentes del Ministerio de Hacienda confirmaron que ayer por la mañana se formalizó la transferencia de 560 millones de euros del Instituto de Crédito Oficial (ICO) a la Generalitat de Cataluña. Esto significa que el próximo martes, el gobierno catalán podrá disponer del dinero. Cataluña se convierte así en la primera comunidad autónomas en recibir dinero del rescate. Por su parte, la consejería de Economía aseguró que la Generalitat saldará sus deudas en cuanto pueda acceder a los fondos gubernamentales. El presidente Artur Mas ya ha dicho en más de una ocasión que no le supone ninguna deshonra acudir al fondo de liquidez porque los recursos del Estado se nutren en buena parte de los impuestos que paga Cataluña.
Cubrir deudas financieras

La semana pasada, el Gobierno avanzó una partida de 400 millones de euros a la Generalitat para cubrir vencimientos de deuda. Desde la última reforma constitucional, la ley obliga primero a saldar los vencimientos de deuda, a pagar las nóminas y luego a atender el pago de los conciertos sanitarios, educativos y sociales.

La consejería de Economía no concretó cuánto dinero se adeuda aún a entidades sociales, hospitales y escuelas desde julio.

Sin embargo, los farmacéuticos catalanes arrojaron luz a la factura. Denunciaron que tienen pendiente el cobro de casi cien millones de euros correspondientes a las recetas del mes de julio. Los farmacéuticos tenían asumido que cobrarían con un retraso de 30 días, pero la situación por la que atraviesa el sector es «asfixiante». Mas defendió, desde el Instituto Guttmann, los esfuerzos del Govern para reducir el déficit y la deuda, aunque admitió que le falta «tiempo y aire».