Detienen a la gerente de una clínica por inyectar botox y silicona líquida

BARCELONA- Los Mossos d'Esquadra detuvieron ayer a la gerente y a una trabajadora de la clínica estética Elixir Clínic en el número 328 de la calle Muntaner de Barcelona por hacer infiltraciones ilegales de toxina botulínica, conocida como botox, y silicona líquida adquiridas en el mercado negro. Por el momento, la Policía Autonómica ha localizado a diez clientas afectadas por estas operaciones, pero podría haber «muchísimas más», explicó el jefe del Área Central de Investigación de Personas, Jordi Domènech.

Las consecuencias de estas operaciones irregulares habrían provocado el movimiento de la silicona en la cara, rostros desfigurados, infecciones, paralización de los músculos y otros efectos secundarios.

Las detenidas, vecinas de Sant Quirze del Vallès, llevaban desde octubre de 2010 en esta clínica, de la que compraron el traspaso, y en ella tenían el despacho dos médicos que «iban esporádicamente». Ninguna de las dos mujeres tenía autorización para realizar este tipo de operaciones, por lo que la conselleria de Salud ha clausurado su práctica.

La gerente, María Isabel Oliver, de 45 años, conocida como Mabel, pese a no tener ninguna titulación llevaba presuntamente 10 años con estas prácticas e infiltraba botox y silicona líquida a sus pacientes en peluquerías o domicilios y sin prescripción médica con la ayuda de Mónica Sogas, de 41 años. La silicona líquida está prohibida en este tipo de operaciones en toda la comunidad europea y no puede inyectarse en la cara porque puede provocar alguna parálisis. La detenida adquiría estos productos en el mercado negro en países como Turquía y sin ninguna garantía sanitaria.

La primera denuncia la realizó la Asociación Española de Medicina Estética a Salud tras detectar prácticas irregulares, después de que una doctora informara de que tenía una paciente con problemas en los labios por utilizar silicona. Tras meses de investigación, los Mossos e inspectores de Salud realizaron la operación el lunes aprovechando que era el «Botox day» en la clínica, con descuentos del 50% en los precios, que en día normales oscilan entre los 200 euros que cuesta el entrecejo, y los 1.000 del lifting completo.

Según el inspector del caso, «no se podía sospechar» de la clínica clausurada porque tenía todo tipo de lujos, y apariencia de legalidad.Las detenidas pasaron a disposición judicial por delitos contra la salud pública, lesiones, estafa, contra los derechos del consumidor e intrusismo, y quedaron en libertad provisional.