Austria

Eternamente jóvenes para encontrar trabajo

En España, al término del primer semestre, 586.156 jóvenes menores de 25 años buscaban empleo. Igual que otros 5.047.676 españoles y extranjeros residentes en nuestro país que ya habían superado esa edad. Es el drama de una generación que acumula una tasa de paro del 45,7%, la más alta de la Unión Europea.

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Eslovaquia, con uno de cada tres jóvenes en paro, es el país que más se nos acerca. En las antípodas de estos números están Holanda o Austria, donde sólo uno de cada doce jóvenes se encuentra en esa situación. Lo peor para este colectivo es que la minirreforma laboral anunciada ayer por el Gobierno no sólo no va a solucionar su situación actual sino que puede perpetuarla hasta los 30 años, edad hasta la que es posible suscribir aún un contrato de formación.

Parche tras parche
Las razones argumentadas por el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, no dejan de ser algo peregrinas: «El Gobierno prefiere un contrato tremporal a un parado» La frase deja bien a las claras que el Gobierno hace ya tiempo que ha tirado la toalla en materia de empleo.
Las cifras son suficientemente elocuentes. En España había el pasado 2 de agosto –última cifra oficial publicada– un total de 4.079.742 parados registrados en las oficinas de empleo públicas (antiguo Inem), 171.164 más que hace un año. De esta cifra, 418.898 erán jóvenes menores de 25 años, lo que representa el 10,3% del desempleo total. Hace cuatro, al comienzo de la crisis, el número de jóvenes en paro apenas superaba los 220.000. En los cuatro años que dura la crisis, el incremento ha sido devastador: el 89,9% por ciento.

Una reforma global
¿Cómo se ha llegado a esta situación? Sin duda alguna por los efectos de la crisis que ha afectado a todas las economías desarrolladas en mayor o menor grado. Pero sobre todo por la incapacidad del Gobierno para adoptar medidas consensuadas con sindicatos y patronal. Lo que podría haber sido una gran reforma global del mercado laboral, la que Europa nos lleva exigiendo desde hace años, se ha convertido en un rosario de retoques sin un horizonte claro.
Esta tesis es la que ha defendido el Partido Popular desde meses sin que el Gobierno haya escuchado sus planteamientos.

El portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, ha tildado el decreto ley de medidas para fomentar el empleo de «improvisado» y «descoordinado». Montoro se muestra muy escéptico con estas iniciativas y cree que no van a servir para crear empleo.
Los sindicatos se han cebado con el Ejecutivo y comenzarán el lunes a estudiar medidas en contra de su aplicación, que pasa por las movilizaciones en las calles de las distintas ciudades españolas.


Otra ocasión perdida por el Gobierno
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha lamentado que el decreto ley de medidas laborales que aprobó el viernes el Consejo de Ministros «no vaya en la dirección adecuada para la recuperación de la economía y del empleo. «Se esta perdiendo la ocasión de reactivar la contratación flexibilizando el contrato a tiempo parcial». Sobre el contrato de formación, el más criticado por los agentes sociales, los empresarios aseguran que introduce rigideces, lo que va a dificultar su utilización por parte de las empresas, en un segmento con un paro récord.