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Saber perder por Julián García Candau

La Razón
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Las actitudes protagonizadas por José Mourinho y algunos de sus adláteres, además de ciertos jugadores, son histerismos, histrionismos, alaridos provocados por la impotencia, que era como las calificaba un viejo maestro. Mourinho nunca ha sabido ganar y menos perder y ahora, tampoco empatar. Cada uno de sus errores los ha teñido del color que más le ha convenido. Especialmente, el que descarga sobre otros lo que es su responsabilidad.

Mourinho fue a Villarreal tal vez pensando que se enfrentaba al Barcelona. Allí había un equipo moralmente decaído y con sensibles bajas. Para ganar alineó tres hombres de contención en el centro. Al Villarreal le bastó con colocar a Ángel reforzando a Senna, Bruno y Cani para que Xabi mandara poco y Lass y Khedira no crearan el juego que pudo encomendar, un suponer, a un Granero. Con la lesión de Callejón, por pisotón de Bruno, sacó a Altintop, una de las figuras que pidió en pretemporada para reforzar el equipo.
Plantó cara el Villarreal, con mayor espíritu que en otros partidos y Arbeloa hizo dos penaltis que el árbitro no vio, cosa que de ser del lado contrario, Mourinho diría que no quiso ver. El colegiado tampoco vio que Lass pudo haber sido expulsado. Cuando el Real Madrid juega al estilo bronco le resulta difícil crear buen fútbol.

El final, lamentable. Rui Faría expulsado por cuarta vez; Mourinho, hecho un basilisco, también expulsado, como Ramos y Özil. Para rematar, insultos al árbitro de Cristiano y Pepe. El árbitro, peor para el Villarreal que para el Real Madrid.

Posdata. El Comité de Competición no debe sancionar a Pepe. Está enfermo.