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Ahora dos desalojos en apenas 24 horas

La Policía sólo puede impedirles la entrada si les pillan in fraganti. Una vez dentro, no pueden hacer nada
La Policía sólo puede impedirles la entrada si les pillan in fraganti. Una vez dentro, no pueden hacer nadalarazon

MADRID- A falta de contundencia por parte de la delegada del Gobierno en funciones, Dolores Carrión, la fiebre «okupa» que se está extendiendo en la capital desde hace un mes está siendo frenada por la Policía Nacional. Eso sí, los agentes tienen las manos atadas y sólo pueden actuar si sorprenden a los individuos entrando en el edificio en cuestión. Y eso han hecho los últimos dos días. En menos de 24 horas, paralizaron la usurpación de dos edificios, uno en el distrito de Carabanchel y otro en el de Chamberí. En la segunda intervención, además, detuvieron a cinco personas. Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía, ambas actuaciones se llevaron a cabo gracias al aviso de testigos y cuando los «okupas» acababan de entrar en los edificios, lo que ha permitido a los agentes actuar, tras comprobar la situación de ocupación con los propietarios, sin tener que esperar a la interposición de denuncias ni a una resolución judicial.

El primer desalojo se llevó a cabo el martes en el número 4 de la calle Cuclillo de Carabanchel, un inmueble que acababa de ser ocupado por seis personas que habían colocado una cadena en la puerta para evitar el acceso de la Policía, pero que accedieron a abandonarlo cuando los agentes llegaron.

Con antecedentes
Los seis fueron identificadas y se comprobó que tres de ellos tenían antecedentes policiales. Se trata de J.N.L., quien tiene registros policiales por desórdenes públicos y daños; M.S.D., con un expediente similar, y A.P.S., con antecedentes por robo con fuerza y robo con intimidación.
La segunda operación se realizó ayer por la mañana en el número 6 de la calle Galileo, en Chamberí, donde fueron arrestadas cinco personas que no accedieron a la petición de desalojo de los agentes y trataron de huir descolgándose hacia un patio interior.

Los agentes comprobaron que en el inmueble se habían producido diferentes daños, como la rotura de un cristal blindado, la fractura del bombín de entrada del cuadro de contadores –seguramente para enganchar la luz– y de la ventana de acceso al patio. Los propietarios también echaron en falta un equipo de grabación y un vídeo-portero valorados en unos 4.000 euros. Los cinco detenidos son F.J.P.G., J.B.A., D.H. y E.M.L. y H.H.K, éste último con antecedentes policiales por agresión sexual y robo con violencia e intimidación. Además, los cuatro últimos arrestados fueron identificados el pasado día 5 de diciembre durante el desalojo del Hotel Madrid, según precisó la Jefatura.

Por su parte, la Oficina de Vivienda del Movimiento 15-M asegura desde su cuenta oficial de Twitter que el movimiento no tiene nada que ver con la ocupación de estos dos edificios y, de hecho no tenía constancia de los mismos. Es decir, que los «okupas» no tenían esta vez la intención de hacer una «labor social» con estas «okupaciones» sino que los espacios serían para su uso particular. Con la matización del 15-M vuelve a ponerse de manifiesto las diferencias que existen entre los miembros del movimiento ya que, si bien el 15-M no respalda todas las usurpaciones sí es cierto que todos los «okupas» manifiestan pertenecer al 15-M.

Los sindicatos policiales reclamaron ayer la necesidad de crear protocolos policiales que mejoren la defensa de la legalidad y de los derechos de todos. La Unión Federal de Policía (UFP) celebró que «por fin la Delegación del Gobierno en Madrid haya resuelto actuar con la decisión necesaria». Sin embargo, el recién creado Sindicato Independiente de Policía de España (SIPE) no considera que la actuación de la delegada esté a la altura de las circunstancias. «Estamos desperdiciando un montón de horas por ir detrás de estos individuos. No hay una orden clara de pararles los pies», aclaró su secretario general, Alfredo Perdiguero.

 

Cuando el «usurpado» no cumple el perfil
Después de ponerle cara al propietario, los «okupas» que usurparon el martes el edificio de la calle de los Tres Peces aseguraron que la acción se trataba de «un error» ya que el dueño no era «especulador, banquero o político» y que, por tanto, no cumplía las bases para ser usurpado. De esta forma, los nuevos inquilinos anunciaron ayer que se irán de allí, aunque tampoco precisaron cuándo.