Murcia

Más de 200000 murcianos recuerdan a sus seres queridos

La festividad de Todos los Santos transcurre sin incidencias en los cementerios de la Comunidad

Cementerio de la Región de Murcia
Cementerio de la Región de Murcialarazon

MURCIA-Todas las miradas estaban puestas en el cielo. La mañana del día de Todos los Santos fue típica de una jornada primaveral. Los 23 grados centígrados que se registraron en Murcia invitaban a salir a la calle pero, sobre todo, a visitar los camposantos de la Región. Los tempestuosos días de difuntos, con los abrigos como prendas indispensables y las hojas de los árboles en el suelo como prueba de la estación otoñal, no hicieron acto de presencia.
El cementerio municipal de Nuestro Padre Jesús de Espinardo se convirtió en un autentico escenario de peregrinaje para miles de murcianos. El ir y venir de familiares y amigos que asistieron para rememorar a sus seres queridos fue constante durante toda la jornada, despuntando en la franja comprendida entre las 12.00 y las 14.00 horas. Así, la afluencia de personas pone de manifiesto la buena salud de la que goza esta tradición centenaria.
Ramos, tarrinas y coronas fueron los elementos encargados de poner la nota de color en el ambiente. Se contaban por toneladas las flores que adornaban y perfumaban el camposanto. Las rosas, los lirios, las margaritas y los crisantemos dominaron el espacio municipal que, a expensas de una próxima ampliación, cuenta con 163.000 inhumaciones, 800 panteones y 20.000 fosas, además de 5.000 nichos y 560 columbarios. Los puntos de venta de flores instalados en los aledaños del cementerio municipal se apresuraban en vender el stock de flores que habían encargado para la ocasión; la mañana fue rentable porque «aquellos que siguen la tradición, si no pueden permitirse ciertas flores, por los altos precios, le llevan a sus difuntos otras más económicas», señaló Inés Serrano, una floristera. Son, por encima de todo, muestras de un amor que resiste la frialdad de la muerte.
Ayer no era un día cualquiera. Que la festividad caiga en jueves hace que muchos murcianos hagan puente hasta el próximo lunes. Una manera apetitosa de comenzar noviembre con mayor optimismo. En este sentido, las populares castañas y los tradicionales dulces incentivan este clima de descanso. El punto de venta de Carmelo Carbonell permanece fiel a su cita con los productos típicos de la jornada - dátiles, pan de higo, arrope - siendo su puesto una estampa anual en el camposanto murciano. «La gente parece que ahora se acerca menos a comprar», subrayó.
Asimismo, en torno al mediodía comenzó la misa oficiada por el obispo de la Diócesis de Cartagena, monseñor José Manuel Lorca Planes. A la ceremonia asistieron más de un centenar de devotos, donde el recuerdo de los fallecidos estuvo presente durante todo el acto.
Los minutos previos y posteriores a la eucaristía fueron los momentos más congestionados de la jornada en el acceso al camposanto de Espinardo. No obstante, a primera hora de la tarde también se produjo una participación notoria en el recinto.
El servicio especial que Latbus puso en marcha para unir el casco urbano de Murcia con el cementerio municipal fue bastante demandado, sobre todo, por las personas mayores que utilizaron el autobús como medio de transporte. Y aquellos que optaron por el coche, tuvieron que jugar con la suerte para encontrar aparcamiento en las inmediaciones del camposanto, ya que el parking se convirtió en un auténtico puzzle.
El día de Todos los Santos tiene la esencia de ser una festividad que ocasiona reecuentros. Ayer, se dieron cita en el cementerio de Espinardo más de 200.000 personas para rememorar a sus seres queridos en una de las tradiciones que permanece viva a pesar de los efectos de la crisis. La jornada no dejó hueco para la enaltación de la alegría, puesto que el sentimiento de nostalgia fue primario durante la jornada. Así, los cementerios murcianos no registraron ninguna incidencia siendo el auténtico protagonista del día el recuerdo a los familiares.
 

Expresiones de fe
En coche o en transporte público, los murcianos se negaban a no asistir a los cementerios murcianos en la festividad de Todos los Santos. Las altas temperaturas sirvieron para que miles de personas acudieran a rememorar a sus familiares fallecidos. Los puntos de venta de flores realizaron sus últimas ventas para aquellos que optaron por adquirirlas el mismo día. Los productos típicos como castañas, bueñuelos y huesos de santo sirvieron para endulzar la jornada, sobre todo, a los más pequeños.