El Barça empató

La victoria o la derrota en Mestalla de los clubes que aspiran a ganar la Liga, Barcelona y Real Madrid, no determina el final del campeonato. La Liga se gana en lugares en que el triunfo es de obligado cumplimiento. El Barça empató a dos en Mestalla. El Madrid perdió contra el Levante. El Madrid, para obtener ventaja en sus visitas a Valencia, debería derrotar a los valencianistas.
No es fácil ganar en Mestalla, aunque haya antecedentes que ponen en tela de juicio la capacidad de los anfitriones para imponerse a los que al final de campaña les anteceden en la clasificación y con diferencia de puntos que sería insultante si la Liga española, por diversas razones, no hubiera caído en el fango de la constante que ha obligado a compararla con la escocesa.

El Valencia está dispuesto a hacer gran esfuerzo para obtener el triunfo y mantenerse en el pelotón de cabeza que quedaría compuesto por tres. Sería bonito, aunque no durara mucho. Necesitamos una pizca de ilusión para hacernos a la idea de que la lucha ha de seguir hasta el final.

El Valencia está en periodo de transición. Rebaja sus deudas y promueve la reanudación de las obras de su nuevo estadio en el que hallará pulmón económico. Futbolísticamente, no tiene un potencial comparable al Madrid, pero aspira a hacerle sufrir como hizo con el Barça. El partido se presenta con los malos presagios del virus FIFA. Los dos equipos tienen hombres cargados de minutos y viajes.

Posdata. El Madrid no puja por ningún valencianista. El Barça sí marea la perdiz.