Sevilla

La hora de Rubalcaba

La Razón
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Alfredo Pérez Rubalcaba es, desde ayer, el nuevo secretario general del PSOE, elegido por los delegados del 38º Congreso Federal del PSOE. Obtuvo 487 votos mientras que su oponente, Carme Chacón, contó con el respaldo de 465 papeletas, lo que supone una diferencia de 22 votos, mucho más amplia que los nueve votos que dieron en su día la victoria a José Luis Rodríguez Zapatero frente a José Bono. Los socialistas han optado finalmente por el discurso con más contenido y mayores dosis de realismo que pronunció Rubalcaba. Su oratoria no estuvo exenta de eslóganes mitineros como el de que el PSOE se replanteará «muy seriamente la revisión de los acuerdos con la Santa Sede» o la referencia a la lucha contra «los caciques del siglo XXI», pero destacó frente a las vibrantes palabras cargadas de fuerza y emoción que articularon la intervención de Chacón, mucho más interrumpida por los aplausos que su predecesor en la tribuna de oradores. La candidata había llegado a Sevilla con aura de victoria, pero se dejó los votos que marcaban la diferencia en su mensaje de última hora.

Los 956 delegados eligieron ayer entre la herencia de Rodríguez Zapatero, claramente representada por Carme Chacón, y el PSOE de siempre, rescatado para la ocasión por Alfredo Pérez Rubalcaba, con el recuerdo de Felipe González o Alfonso Guerra como telón de fondo. No es, en modo alguno, el fin de la vida política de Chacón, que tiene hora tiempo suficiente para limar asperezas y sumar sus fuerzas a las del secretario general para preparar el PSOE de los próximos años. Y pensar de nuevo en su candidatura cuando el partido tenga que elegir el próximo cartel electoral.

Al nuevo líder del PSOE, pero también a Chacón, le corresponde ahora, como en su momento le tocó hacer a Zapatero, curar las heridas que han abierto al partido en dos. Pero antes debe hacer frente al reto de las elecciones autonómicas del próximo 25 de marzo en Andalucía y en Asturias. Y tiene menos de un mes para cambiar la doble imagen de derrota que hoy acompaña al candidato socialista, el actual presidente andaluz José Antonio Griñán: la derrota que le auguran las encuestas y la que sufrió ayer al no conseguir el voto para su candidata.

De la capacidad de Rubalcaba como político, de su amplia trayectoria, cabe esperar una pronta recuperación de la unidad del socialismo, con integración de los perdedores en este Congreso. Y de la experiencia de Rubalcaba se espera que su sentido de la responsabilidad le lleve a huir del radicalismo que apuntaba ayer en la tribuna de oradores, y configurar una oposición más seria y leal que pueda ayudar a España a salir de la crisis cuanto antes.