Egipto

Los cristianos abandonan a Mubarak

La discriminación amenaza con romper el apoyo histórico al líder egipcio

Un miembro de los Hermanos Musulmanes en Alejandría
Un miembro de los Hermanos Musulmanes en Alejandríalarazon

EL CAIRO-Los enfrentamientos del miércoles entre la Policía y cientos de coptos, que protestaban por la prohibición de ampliar una Iglesia, en los que murió un joven cristiano, ha sido la gota que ha colmado el vaso, a sólo pocos días de las elecciones parlamentarias en Egipto. Muchos ven una clara relación entre los comicios y la violenta represión ejercida por las fuerzas de seguridad del régimen de Hosni Mubarak, que busca acallar toda voz disidente de cara a la cita electoral.
Según Naguib Guibrail, abogado pro derechos humanos y defensor de los coptos, la violencia afectará al voto de esta minoría religiosa: «La gente está furiosa con el Gobierno», aseguró a LA RAZÓN, llamando al boicot contra el oficial Partido Nacional Democrático.
Guibrail ha destacado además la detención de 156 cristianos como consecuencia de los disturbios, a los que el Ejecutivo mantiene en prisión sin cargos. Estos últimos incidentes harán que muchos retiren su voto al presidente Mubarak, que hasta ahora había contado con el apoyo más o menos activo de los coptos, y el respaldo explícito de su Iglesia. El propio Papa Shenuda III se ha mostrado molesto por los incidentes de Omraniya, que evidenciaron una vez más la discriminación que sufren los cristianos, tal y como aseguran los fieles consultados por este periódico, jóvenes trabajadores de clase media, que admiten que no irán a votar porque están convencidos de que nada cambiará, menos aún su situación. «Esto no es nada nuevo, para nosotros siempre ha sido muy difícil», dice Michael Magdy, reflejando cómo los coptos se sienten ciudadanos de segunda, marginados por un Gobierno que desde siempre los ha utilizado electoralmente, según Marc Gamal. Hasta el momento, los cristianos coptos se habían mantenido fieles al régimen moderado de Mubarak, siendo ésta la opción más práctica y segura, sobre todo frente a la alternativa de los Hermanos Musulmanes, que constituye la principal fuerza opositora en Egipto y busca instaurar un sistema islámico en el país.
En las pasadas elecciones, muchos cristianos se movilizaron por este miedo al radicalismo y ante la escalada de ese partido religioso, pero ahora la apatía y las promesas incumplidas de demasiados años los mantendrán alejados de las urnas y aquellos que vayan a votar, quizás ya no lo hagan por Mubarak.


Los coptos: el 10% marginado por el sistema
Los cristianos coptos representan alrededor del 10 por ciento de una población de 80 millones de egipcios y son la comunidad cristiana más grande de Oriente Medio. Su número e importancia en Egipto no se corresponde a su representación en el sistema político ni en la vida pública del país, donde se limita su acceso a la Administración, a las Fuerzas Armadas y al mundo académico, entre otros. Actualmente, en el Parlamento sólo hay 4 diputados coptos de un total de 454, y sólo uno de ellos ha sido elegido en las urnas: el ministro de Finanzas, Butrus Gali, que es además el único cristiano que ocupa una cartera destacada. Se ha propuesto establecer una cuota parlamentaria para los coptos, igual que la que se ha introducido este año para las mujeres.