Cataluña
Madrid y Barcelona en el «tie break»
Aunque Madrid parte como favorita, las dos llegan a «la final» de Eurovegas con cartas exclusivas. La ganadora: este mes. Cataluña juega la baza del turismo de cruceros. La Comunidad, la del transporte y las políticas de liberalización comercial
BARCELONA/MADRID- Que Sheldon Adelson visitara el domingo los terrenos de Alcorcón no significa que el magnate se haya decantado ya por este municipio, ni siquiera por Madrid. En la «competición» por atraer la inversión de cerca de 27.000 millones de euros sigue habiendo dos «jugadores», Madrid y Barcelona, los cuales en este momento tienen las mismas posibilidades de albergar el macroproyecto de ocio y negocios promovido por el propietario de Las Vegas Sands Corporation.
Todos los agentes de las negociaciones reconocen a Madrid, y en concreto a la presidenta Esperanza Aguirre, su constancia y antigüedad en la «lucha» por conseguir semejante inversión, pero lo cierto es que según estas mismas fuentes, «Barcelona ha corrido mucho en los últimos meses».
Con la visita a los terrenos de Alcorcón, Adelson conoció el domingo la única zona «ofertada» que le faltaba para tomar la decisión final, que según sus colaboradores llegará a final de este mes. Según explicó ayer el consejero de Hacienda de la Comunidad de Madrid, Adelson ya conocía Valdecarros (Vallecas); en febrero visitó los de Barcelona, así que con el paseo en furgoneta que dio por Alcorcón, tanto Madrid como Barcelona ya están en el «tie break»: «Siguen teniendo el 50% de posibilidades cada una para albergar el proyecto», confirmó ayer un portavoz de Las Vegas Sands a Efe. El punto del desempate podría venir desde diferentes direcciones, ya que aunque hay muchos componentes comunes que Adelson está negociando directamente con el Gobierno, cada comunidad tiene «bazas» exclusivas.
LA OFERTA MADRILEÑA
La Comunidad, en primer lugar, puede presumir de ser «business friendly». El Gobierno regional lleva años promoviendo al sector privado como motor de la economía. Para ello ha reducido la burocracia y las restricciones a empresas (es más facil invertir en Madrid), incluida la Ley de Liberalización del Comercio, con la que se elimina la segunda licencia de apertura y se permite a los comercios abrir las 24 horas del día y los 365 días del año. Un extremo que el propio Adelson comprobó el domingo cuando pudo comprar por la tarde zapatos en la Milla de Oro. En este sentido, el Gobierno de la Comunidad se mostró dispuesto a «acelerar al máximo la concesión de licencias» a Eurovegas para que pudiera comenzar a construir en 2013. La altura de los edificios (Adelson quiere construir 12 rascacielos) no sería un problema en Madrid, cuya Ley de Urbanismo contempla la posibilidad de construir «edificios singulares» sin límite de altura.
Otra de las bazas de Madrid son las conexiones. Tanto los terrenos de Valdecarros como los de Alcorcón están a menos de 25 minutos de Barajas, un aeropuerto que, adiferencia de El Prat, tiene capacidad para asumir más viajeros (en concreto, Barajas podría ampliar de los 50 millones que maneja ahora hasta los 70). Además, Adelson valoró positivamente lo llano del terreno Alcorcón, así como su extensión, superior a la catalana.
Aunque tanto desde Madrid (ayer mismo) como desde Barcelona se insiste en que la Comunidad parte como favorita en la «competición», desde la capital Condal se apunta a una doble ventaja incontestable sobre Madrid: el mar y su puerto. Cuando Sheldon Adelson visitó en febrero Cataluña para conocer los terrenos cercanos al aeropuerto de El Prat donde podría levantarse el macrocomplejo le llevaron a ver las playas que están a apenas cinco minutos en coche del aeropuerto. El magnate quedó encantado con las dunas del paraje natural del Delta del Llobregat, pero lo que más puede seducir al promotor del proyecto catalán es el suculento pastel que le reporta el mar. El año pasado, en el Puerto de Barcelona recibió 881 cruceros, lo que se traduce en 2,6 millones de pasajeros. Es líder incontestable en el Mediterráneo en este tipo de turismo, que el año pasado dejó en nuestro país 578 millones de euros, de los que el 43 por ciento fueron a parar a Barcelona.
LA OFERTA CATALANA
Aunque Madrid puede presumir de ser uno de los cinco destinos turísticos preferidos en Europa por los turistas para pernoctar, la actividad de cruceros en el Puerto de Barcelona crece año tras año hasta el punto que el pasado fin de semana se batió un nuevo récord, ya que recibió catorce cruceros con más de 41.600 pasajeros. Empieza el periodo fuerte de un turismo que en buena medida viene de Estados Unidos, con lo que puede ser un público potencial para Eurovegas, y que tiene tanto peso económico que ha llevado al Puerto a trabajar de manera conjunta con el aeropuerto de El Prat para que el usuario sólo facture la maleta una vez, en el avión o en el barco. Este servicio fue utilizado el año pasado por 47.300 pasajeros y se gestionaron 51.000 maletas.
Tener puerto y aeropuerto juntos es una ventaja, pero es también un quebradero de cabeza para la Generalitat, por la normativa de la Agencia Estatal Aérea. En ocho kilómetros a la redonda del aeropuerto no se pueden construir edificios que superen los 45 metros de altura, lo que obliga a buscar las 800 hectáreas que pide Adelson para construir el complejo fuera del área afectada por las servidumbres aeronáuticas. El Govern de Artur Mas lleva con total secretismo los espacios que ha ofrecido para no entorpecer la negociación, pero parece ser que el magnate ha declinado alejarse del mar, con lo que la Generalitat ha negociado intentar rebajar la altura de los edificios para construir en un paraje que afecta a los términos municipales de Viladecans, Gavà y Sant Boí. Fuera del área restringida también hay terrenos, que afectan a otro término municipal (Cornellà), pero quedan lejos de las 800 hectáreas. Con todo, también hay que lidiar con que se trata de un espacio natural protegido y la red de carreteras –especialmente la arteria C-32–, y las vías del AVE. Aunque en este punto ya se habla de la posibilidad de soterrar.
El detalle
DE COMPRAS EN LA MILLA DE ORO
En su escala relámpago en Madrid, Adelson y su esposa decidieron hacer unas compras fugaces antes de visitar los terrenos de Alcorcón. Su furgoneta puso rumbo a la Milla de Oro. El magnate tenía claro qué y dónde quería comprar. El destino fue el número 30 de la calle Serrano. Allí, la marca de zapatos Geox tiene su tienda más «exclusiva». Adelson, encantado con el comfort que ofrece esta firma, salió del local con varias cajas. Tras visitar el Ensanche Norte de Alcorcón, la agenda de los Adelson se cerró con la reunión que mantuvo con los empresarios catalanes en primer lugar, y más tarde con los madrileños. En la cita con estos últimos estuvieron Juan Miguel Villar Mir, presidente de OHL, y Antonio Vázquez, presidente de Iberia. También estaba invitado, aunque al final no pudo ir, el máximo mandatario de una entidad financiera española. Ana Botella cerró el carrusel de reuniones.
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