Israel no juzgará a ningún activista extranjero detenido

jerusalén- Israel culminó ayer la deportación de todos los activistas extranjeros que viajaban a bordo de la Flotilla de Hamas y que permanecían en la cárcel por negarse a firmar su expulsión. El país hebreo decidió expulsar a todos los detenidos para evitarse problemas diplomáticos mayores y solo juzgará a los árabe-israelíes sospechosos de haber participado en el enfrentamiento violento con los soldados. El Fiscal General de Israel, Yehuda Weinstein, dio orden ayer de que el país no procesara a ninguno de los extranjeros porque «tenerlos aquí haría más daño que bien a los intereses vitales del país».

Un primer avión aterrizó anoche en una base de Ankara, con dos heridos a bordo. El ministro de Sanidad, Recep Akdag, confirmó que los dos heridos eran un ciudadano turco y un irlandés. De Turquía procedía más de la mitad de los deportados y al menos cuatro de los nueve muertos, según la radio hebrea.

Asimismo, en otros tres aviones turcos civiles tenían previsto viajar hasta Estambul otros activistas, entre ellos los españoles Laura Arau, Manuel Tapial (ambos miembros de la ONG «Cultura, Paz y Solidaridad Haydée Santamaría») y el valenciano David Segarra, periodista, según explicó el encargado de Asuntos Consulares de la embajada española en Tel Aviv, Manolo Durán.Los 124 tripulantes de países musulmanes, muchos de ellos procedentes de países sin relaciones diplomáticas con Israel, fueron trasladados en autobús a Jordania, que se ha comprometido a colaborar. Otros 45 ya habían sido deportados desde el aeropuerto de Ben Gurion (cerca de Tel Aviv) tras firmar un documento de repatriación voluntaria.