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«Contra las ondas se debe usar un auricular siempre que se pueda»

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«Contra las ondas se debe usar un auricular siempre que se pueda»
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 ¿Por qué es tan complicado hallar los nexos de conexión entre las enfermedades que supuestamente causan determinadas ondas electromágnéticas?
Hay estudios que pueden demostrar de forma epidemiológica los casos de cáncer de cabeza con el uso o la exposición que se ha tenido con el móvil, sin embargo más complicado resulta demostrarlo con otro tipo de ondas como las que desprende el wifi.

¿Qué tipo de recomendaciones son las más útiles para realizar un uso adecuado del móvil?
Se debe usar un auricular para alejar la antena lo más posible de los tejidos de la cabeza, hay que intentar no usarlo en zonas de muy baja cobertura, como ascensores o túneles –dado que el teléfono desprende myor radiación en busca de señal–, también limitar su uso en zonas hospitalarias como UVI o controlar el uso en los menores, entre las más destacadas.

En cuanto a la exposición a las torres de electricidad, ¿qué hay de cierto en la nocividad que desprenden?
En este caso, ya existen datos epidemiológicos que revelan casos de cáncer (leucemias) en niños que se encontraban bajo torretas de alta tensión. No hay datos vinculantes directos, pero los datos son los que son y pese a que no hay nada establecido, los indicios son robustos y firmes. Por lo que se debe minimizar siempre este tipo de exposición.

La UE, en su último informe, alerta de los peligros del móvil aduciendo el principio de precaución, y lo compara con los riesgos que provocaban las gasolinas con plomo y el tabaco, ¿qué opina?
En ese documento se resume las consecuencias de los campos magnéticos y las medidas que se deben adoptar para evitar daños en la salud. Personalmente, me parece una comparación un tanto atrevida cuando hablan de los supuestos costes para la salud cuando se las iguala a los efectos del amianto, el plomo o el tabaco.

¿Cómo se puede ver la exposición total a las radiofrecuencias de las personas?
Es imposible. Sobre el uso del móvil podemos obtener estudios de personas que lo usan y los casos de tumores concretos, pero con la exposición a redes inalámbricas como el wifi, esto resulta complicado. No hay cómo medir cuál es la dosis anual de una persona, si ahora este tipo de redes están implantadas en todos lados: guarderías, colegios, oficinas... Los estudios de wifi son más experimentales.

Entonces, ¿de qué modo se puede medir el impacto del wifi en la salud?
Se hacen estudios experimentales en laboratorio con células y mediantes técnicas muy depuradas para conocer los cambios y las reacciones de las mismas. De momento, no se puede observar en personas

Ahora se habla mucho de la nocividad de las ondas no ionizantes, ¿a qué se refieren?
Son las más débiles. Lo que pasa que se deben estudiar para observar si una exposición continua y prolongada puede llevar a una alteración orgánica. Y ahí surgen las dudas, ya que no hay tantas evidencias como con las microondas cuyos efectos son inmediatos, dado que elevan la temperatura de los cuerpos expuestos a ellas.

¿Hasta qué punto influye la constante revolución tecnológica a la hora de plantear los estudios?
Rsulta crucial, ya que cambian con rapidez. Primero estudiábamos redes GSM900, luego 980, más tarde el UMTS... y así hasta llegar a las actuales, que no serán las definitivas. Las señales son muy diferentes y los estudios también.

¿Le parece bien que, ante la sospecha de la UE, se restrinja el uso del móvil y las redes wifi en los colegios?
Existen ya una serie de limitaciones estipuladas y de momento con ello no se conoce de forma científica que dañen a la salud. El principio de precaución es siempre válido si existen indicios. Pero reitero, que hay que ser muy cauto en las afirmaciones de que esto pueda desarrollar enfermedades ya que todavía falta mucho por investigar.

Ante las dudas que surgen, ¿cuál es el problema de las señales de baja intensidad?
A priori no son dañinas, pero tenemos que averiguar si una larga y continua exposición sí lo es. Ese es un arduo trabajo que nos llevará tiempo. Debemos contrastar muchos datos y
estudios.