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Un menor español entre los fallecidos en el autobús accidentado en Suiza
Un menor con doble nacionalidad belga y española figura entre los 28 fallecidos en el accidente de autobús registrado esta madrugada en un túnel en el cantón de Valais, en el sur de Suiza, según la información que han trasladado las autoridades belgas al Ministerio español de Asuntos Exteriores y Cooperación.
Los hermanos de doble nacionalidad belgo-española Marc y Alba P figuran entre los menores que han resultado heridos en el accidente de autocar en el cantón de Valais, en el sur de Suiza, tras colisionar este martes de madrugada en el interior de un túnel, según la información que manejaban a última hora de la noche fuentes diplomáticas
El Ministerio español de Asuntos Exteriores y de Cooperación intenta contactar con sus familias para verificar estos datos, así como para prestarles la correspondiente asistencia en caso de que fuera necesario y además el Departamento que dirige José Manuel García-Margallo trata de comprobar la identidad del menor de doble nacionalidad hispano-belga que ha fallecido en el mismo siniestro.
El jefe de la Policía en el cantón suizo de Valais, Christian Varone, ha comunicado que 22 de los 24 menores que han sobrevivido ya han sido identificados. Entre los 24 heridos hay 17 belgas, tres holandeses, un polaco y un alemán, y otras dos personas aún por identificar.
Tres de ellas se encuentran en estado muy grave y se teme por su vida, mientras que el resto presentan traumatismos que podrían ser curados en las próximas fechas, según informó ante los medios Jean Pierre Deslarzes, director médico del grupo cantonal de rescate.
Circulaba a la velocidad permitida
El fiscal del cantón de Valais, Olivier Elsig, afirmó hoy que el autobús belga accidentado en Suiza circulaba a la velocidad permitida cuando se empotró contra la pared de un túnel de la autopista A9, en la localidad de Sierre, lo que causó la muerte de 28 personas, entre ellas 22 niños.
"Tras el análisis de los tacógrafos, podemos decir a priori que el vehículo no circulaba demasiado rápido", dijo Elsig en una conferencia de prensa junto al primer ministro de Bélgica, Elio di Rupo, y la presidenta de Suiza, Eveline Widmer-Schlumpf.
El fiscal ofreció los primeros detalles de la investigación y dijo que las imágenes de las cámaras del túnel hacen descartar que en el siniestro interviniera "otro vehículo o elemento de la ruta".
"El suelo estaba seco y no había un problema climático", agregó Elsig, que indicó que en las próximas horas se conocerán los resultados de los exámenes sobre la trayectoria del autobús previa al impacto y de la autopsia del cadáver del conductor, que se lleva a cabo en el Instituto de Medicina Legal de la ciudad de Lausana.
"Hemos procedido igualmente a hablar con las personas que pudieran prestar testimonio sobre lo ocurrido, gente que se cruzó antes del accidente con el autobús", indicó el fiscal de Valais, que espera conocer también las versiones de los supervivientes si su estado físico y psicológico permite recoger sus declaraciones.
Elsig aclaró que los pasajeros viajaban con los cinturones de seguridad puestos, pero que el impacto fue tan violento que no pudo evitar la muerte de más de la mitad de los 52 viajeros del autobús.
En torno al desarrollo de las pesquisas, pidió "prudencia"para no sacar conclusiones precipitadas y manifestó que tienen "mucho trabajo"por delante y tres líneas de investigación: un problema técnico, un problema de salud del conductor y una causa humana, es decir, un error por parte del chófer.
Christian Varone, comandante de la policía de Valais, informó de que la identificación de los cadáveres está en curso y aclaró que entre los 22 menores fallecidos hay siete niños holandeses. Los seis adultos muertos, los dos conductores y los acompañantes de los niños, que regresaban a casa después de unas vacaciones de esquí en los Alpes suizos, eran todos de nacionalidad belga.
La conferencia de prensa la abrió la presidenta suiza, que expresó la conmoción que ha supuesto para el país esta noticia y el compromiso del Gobierno de Berna para asistir a las víctimas.
Junto a ella, el primer ministro belga, Elio di Rupo, manifestó que su país vive hoy "un día absolutamente dramático"por las consecuencias de este accidente de carretera, el segundo más grave de la historia de Suiza, tras el que costó la vida a 39 personas en 1982, cuando un tren arrolló a un autobús cerca de Zúrich.
Di Rupo se trasladó en un avión militar junto a las familias de las víctimas a la localidad de Sion, a unos 15 kilómetros de distancia del lugar del siniestro, a donde llegaron en varios helicópteros Puma tras aterrizar en el aeropuerto de Ginebra.
"Cuando se pierde a un adulto es dramático, cuando se pierde a un niño, no hay palabras para un dolor tan intenso y personal", declaró el jefe del Gobierno belga, que agradeció a las autoridades suizas las labores realizadas para asistir a las víctimas y a los equipos de rescate por "su generosidad admirable"en una tarea "tan penosa".
El presidente del Consejo de Estado del cantón de Valais, Jacques Melly, incidió en que "no hay palabras para expresar la tristeza y la emoción"de la población local tras conocer el trágico suceso.
«Estaba oscuro»
Dos estudiantes de Lommel pudieron contactar con sus padres por teléfono, mientras que una menor de 12 años de Heverlee, que se ha roto las dos piernas y un brazo en el accidente, ha podido hablar con su padre, antes de que éste llegara a Suiza en el vuelo fletado por el Gobierno belga para los familiares de las víctimas. "Todo estaba oscuro, he entendido un gran choque. Todos los asientos han salido volando, pero he encontrado atrapada entre dos asientos", ha relatado a su padre, según testimonios que recogen varios medios belgas.
Por causas que todavía se desconocen, el autobús se estrelló contra una de las paredes del túnel de Sierre. Tras recibirse la alerta hacia las 21:15 horas de este martes, se inició la operación de rescate, que duró más de ocho horas e incluyó a 200 personas, entre ellas 15 médicos, 30 policías y 60 bomberos. Asimismo han intervenido doce ambulancias y ocho helicópteros en las labores de rescate.
Según ha informado la prensa helvética, el fiscal Olivier Elsig, ha confirmado que el autobús siniestrado es de última generación, contaba con cinturones de seguridad y estaba prácticamente nuevo.
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