La Audiencia decidirá el lunes si pide informes policiales sobre Usabiaga

MADRID- La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional estudiará el próximo lunes la petición de la Fiscalía en relación a Rafael Díez Usabiaga. Sobre la mesa, los magistrados de la Sección Cuarta tendrán el escrito en el que el Ministerio Público recela de que el ex secretario general del sindicato LAB esté dedicándose realmente al cuidado de su madre e insta a la Sala a pedir informes policiales sobre sus actividades. Y es que, tal y como adelantó este periódico el pasado jueves, el fiscal Vicente González Mota sospecha que Usabiaga puede estar manteniendo contactos con el entorno de la ilegalizada Batasuna. Esa constatación le llevaría inmediatamente de vuelta a la cárcel, que abandonó el pasado 26 de abril tras pagar 30.000 euros de fianza por decisión del juez Baltasar Garzón, que invocó una «circunstancia humanitaria» (que el procesado debía hacerse cargo de su progenitora).

Según las fuentes jurídicas consultadas, la Sala adoptará una decisión sobre la petición de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, que dirige Javier Zaragoza, el mismo lunes. Los magistrados tendrán en cuenta que a Usabiaga (como a Arnaldo Otegi y a otros seis dirigentes abertzales) le queda muy poco tiempo para sentarse en el banquillo, precisamente por intentar resucitar a la ilegalizada Batasuna. El juicio –en el que la Fiscalía pide para cada uno de los procesados diez años de prisión por integración en ETA– podría comenzar antes de un mes. «A finales de enero o principios de febrero», prevén esas mismas fuentes. No obstante, explican, si se demuestra que Usabiaga está utilizando su libertad provisional para reconstruir Batasuna, «se tomarán las medidas oportunas».
Informes esclarecedores

En ese caso, su vuelta a prisión sería inevitable, pues en el auto de libertad firmado por Garzón el magistrado le advertía de que tenía que abstenerse de «cualquier participación o actuación relacionada con el complejo terrorista liderado por ETA» o cualquier acto de «enaltecimiento de la organización terrorista o su entorno». Usabiaga ya fue visto en un acto a favor del acercamiento de presos etarras al País Vasco el pasado septiembre. Hoy mismo se celebra una manifestación similar en Bilbao que la Audiencia vigilará con lupa para evitar actos de exaltación proetarra. La presencia de Díez Usabiaga en dicha concentración es toda una incógnita.

Eso sí, si los indicios son inexistentes o dudosos –y aunque los cuidados a su madre dejen mucho que desear– la Sala tendrá muy en cuenta que Usabiaga no ha intentado fugarse, así como la cercana celebración del juicio.

Fuentes fiscales reiteraban ayer que la petición sobre las «actividades ordinarias» del ex secretario general de LAB se ha cursado tras «analizar» detalladamente los informes quincenales remitidos por el propio procesado dando cuenta de los cuidados que dispensa a su madre. El Ministerio Público entiende que, a la vista de esos informes, no se está dedicando a esa tarea con la dedicación que requiere la figura de «cuidador» que su madre reclamó acogiéndose a la Ley de Dependencia (y que determinó hace ocho meses su libertad bajo fianza). «Queremos saber si ese tiempo lo está empleando en realidad en reconstruir Batasuna», añaden.

A día de hoy –y pese a que el Ayuntamiento de Lasarte acreditó en abril del pasado año que la madre de Usabiaga había iniciado los trámites para beneficiarse de la citada ley– no hay constancia oficial de que la Administración le haya reconocido ese derecho.

¿Por qué será juzgado?
ÓRDENES DE ETA
La Fiscalía de la Audiencia pide diez años de prisión, por un delito de integración en organización terrorista, para Usabiaga, Otegi y otros seis dirigentes abertzales, por intentar crear un «polo soberanista» siguiendo directrices de ETA.
CUARTEL GENERAL
El escrito de acusación de la Fiscalía mantiene que los acusados integraban la comisión permanente de Bateragune, órgano diseñado para sustituir a la Mesa Nacional de Batasuna, y utilizaban la sede de LAB como «cuartel general».
PRESOS ETARRAS
En el registro realizado en la sede del sindicato LAB se intervino a Usabiaga un ordenador con una memoria externa que contenía «numerosos documentos dirigidos a presos de ETA a quienes informaba de las actividades realizadas».