Estados Unidos
Los talibán matan a 80 personas para vengar a Ben Laden
Los talibán pakistaníes tiñeron de sangre el viernes con un doble ataque suicida para vengar la muerte de Osama Ben Laden. Más de 80 personas perdieron la vida y un centenar resultaron heridos tras el atentado con bomba perpetrado en la madrugada de ayer contra un centro de entrenamiento en el distrito de Charsada, cerca de Peshawar.
Se trata del mayor ataque terrorista en Pakistán en lo que va de año. El atentado tuvo lugar alrededor de las cinco de la madrugada, cuando un suicida que iba en motocicleta hizo estallar los explosivos que portaba encima contra la entrada de la academia paramilitar de los «Frontier Corps». Junto al acceso había un autobús en marcha que estaba recogiendo a los reclutas que iban a pasar quince días de permiso con sus familiares. Las televisiones locales mostraron imágenes del lugar donde había montones de escombros, coches calcinados y cuerpos que yacían en el suelo, ante la mirada atenta de los espectadores que no podían apartar la vista del televisor.
En declaraciones al canal Geo, el jefe de la policía de Charsada, Nisar Khan Marwat, explicó que la mayoría de las víctimas eran reclutas que murieron cuando se estaban preparando para abandonar el centro de instrucción, mientras que cinco eran civiles. Al lugar del atentado acudieron familiares de las víctimas que portaban una fotografía de sus seres queridos. Los servicios de rescate no dieron abasto recogiendo trozos de cuerpos desmembrados y de cadáveres calcinados, además de atender a decenas de heridos. El hospital Lady Ring de Peshawar rebosaba de gente entre los curiosos, periodistas y familiares que se habían desplazado allí para identificar los cuerpos. Las primeras hipótesis barajan la autoría del grupo Omar Khalid, muy activo en la región de Mohmand, donde el Ejército está llevando a cabo una operación militar. Sin embargo, con el paso de las horas, el movimiento talibán paquistaní (TTP) reivindicó el doble atentado y un portavoz del grupo, identificado como Ehsanulá Ehsan, admitió que había sido como venganza por la muerte del líder de Al Qaida.
El TTP ya había advertido que la actuación de Estados Unidos tendría consecuencias, especialmente para los líderes políticos paquistaníes e instalaciones militares. «Ahora los gobernantes de Pakistán, el presidente Zardari y el Ejército serán nuestro primer objetivo. América será nuestro segundo objetivo», amenazó por entonces el movimiento talibán.
El Gobierno paquistaní, sumido en una de las peores crisis tras las acusaciones de EE UU de haber albergado en el país al terrorista más buscado del mundo durante cinco años, salió a la palestra a condenar el ataque, ante la mirada crítica de sus ciudadanos, que culpan a las autoridades del derramamiento de sangre en Pakistán. El ausente presidente Asif Zardari, de gira en Europa, traslado su pésame a los familiares de los fallecidos y aseguró que tanto el Gobierno como el pueblo de Pakistán están determinados a vencer al terrorismo y que actos «repugnantes» como estos «no deben minar la confianza de la nación, que debe permanecer unida para derrotar a los terroristas». La población paquistaní ha sido objeto de numerosos ataques suicidas perpetrados por el TTP, principal aliado de la red terrorista desde 2007. El grupo talibán paquistaní es responsable de la ola de más de 450 atentados, suicidas la mayor parte de ellos, que han acabado con la vida de más de 4.300 personas en los tres últimos años.
Esto ha hecho que la sociedad paquistaní –muy conservadora y cercana a los movimientos islamistas– rechace el terrorismo islámico que ha causado tantas muertes inocentes en el país. El castigo a los civiles ha provocado un sentimiento de repulsa total hacia Al Qaida y sus aliados, pero también crece el sentimiento antiamericano por los ataques con aviones no tripulados («drones») en las áreas tribales, que han ocasionado la muerte de cerca de 2.500 civiles. Ayer cinco personas murieron en un nuevo ataque de aviones no tripulados en Waziristán del Norte.
Cinco años de sangre y dolor
2006, abril. 57 muertos en atentado en Karachi, donde se congregaban suníes en el aniversario del nacimiento de Mahoma
2008, octubre. 130 muertos en la comitiva de la ex primera ministra Benazir Bhutto en Karachi.
2009, octubre. La explosión de un coche bomba en Peshawar deja 106 muertos durante una visita de Hillary Clinton al país.
2010, julio. Al menos 96 muertos en un doble atentado suicida contra una sede gubernamental en la conflictiva región tribal de Mohmand.
Osama tenía películas pornográficas en casa, por Marta Torres
Las tres viudas del terrorista Osama Ben Laden han sido interrogadas finalmente por funcionarios de Inteligencia de Estados Unidos, según la cadena CNN. De esta forma, la administración Obama consiguió vencer la oposición del Gobierno de Pakistán, que exigió que sus autoridades supervisaran dichos interrogatorios. Funcionarios de Washington confirmaron ayer que durante el encuentro las mujeres «fueron poco amistosas, pero esta reacción era de esperar».
Estas tres personas fueron interrogadas de forma simultánea en contra de los deseos de Washington, que había solicitado entrevistas por separado para poder contrastar la información obtenida. Tampoco pudieron preguntar a las tres mujeres, sino que fue la más mayor la que ejerció de portavoz. En un principio, Estados Unidos había confiado en que estas entrevistas pudiesen ser de ayuda para averiguar qué visitas recibió el terrorista. Sin embargo, sus testimonios han servido de momento de poco para esclarecer lo que ha ocurrido durante los últimos cinco años en el complejo residencial de Abbottabad (Pakistán).
Ayer se filtró a la Prensa que entre el material que incautaron los comandos que mataron a Osama Ben Laden se encuentran vídeos pornográficos. Todavía se desconoce en qué lugar del complejo se encontraban y de quién eran estas imágenes. Este hallazgo ha sorprendido en Washington. Tampoco ha quedado claro cómo los residentes de la casa del terrorista habrían conseguido este material pornográfico.
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