La Habana

«Los ladrones iban por el Picasso»

Los galeristas lamenta la «incalculable pérdida» a pesar de que la mayoría de las piezas estaban aseguradas.

La responsable de la galería en Madrid de Fernando Pradilla, Marielo Góngora, mostraba ayer la imagen de una de las obras robadas
La responsable de la galería en Madrid de Fernando Pradilla, Marielo Góngora, mostraba ayer la imagen de una de las obras robadaslarazon

MADRID- La posibilidad de volver a ver las 28 obras de arte sustraídas el pasado sábado en una nave del polígono Los Olivos de Getafe son remotas. Al menos, dentro de una colección accesible al público, ya que lo más probable es que se trate de un robo hecho por encargo para su reventa en el lucrativo mercado negro del arte. Fuentes cercanas a la investigación aseguran que no es habitual que se pida un rescate por una obra de arte, ya que los delincuentes se exponen a un riesgo demasiado elevado (como rastreos en la forma de pago) y la mayoría de las galerías no suelen acceder a este chantaje, ya que «lo más normal» es que tengan sus obras aseguradas. En este sentido, las salas madrileñas de donde salieron las obras aseguran que sí contaban con seguro. David Fernández, de la galería Juan Gris, confirmó que la escultura «Óxido» de Eduardo Chillida y un collage del mismo autor, «Sin título», tendrían un valor de 260.000 euros. «Son obras únicas, estamos muy disgustados a pesar de que nos cubran la pérdida», explicó. «Parece mentira que un transportista que llega el viernes deje obras de este valor todo un fin de semana en una nave de un polígono industrial», consideró el responsable de la galería. Al parecer, Crisóstomo-Transportes (la empresa bajo cuya responsabilidad se produjo el robo) se dedicaba en exclusiva a trasladar arte pero quizás contaba con algún «chivato» entre sus empleados.
Desde la galería de Nieves Fernández también confirman que su «Topos IV» de Chillida estaba cubierto. Lo mismo asegura la responsable de la sede en Madrid de Fernando Pradilla. Marielo Góngora aseguró a «sus» cinco Boteros sustraídos, que tenían un valor de 1.400.000 dólares y «por supuesto estaban cubiertos» a pesar de que venían directamente desde el taller del artista en París. «Eran composiciones muy buenas y es una pena que no hayan llegado a ver la luz. Iban a ser expuestas en una feria de arte en Singapur muy pronto», explicó Góngora. Precisamente otra feria, organizada por la galería Stephan Ropk en Colonia (Alemania), fue la raíz de este suceso. Hasta allí viajaron los 28 cuadros y esculturas que volverían a España el pasado viernes, pero no a sus dueños, ya que a mediodía del sábado se produjo el robo. Un robo que, todo apunta, se hizo por encargo. De hecho, Noah Charney, fundador de la asociación de robo de arte ARCA, aseguró a Efe que «Picasso podría ser el objetivo de los ladrones», porque existe cierta debilidad de los ladrones por el autor español.
El Grupo XXI de la Brigada Provincial de Policía Judicial continúa con las investigaciones y la Policía Nacional no ha confirmado por el momento ninguna detención.


Otros golpes
Agosto de 2001
El último robo de cuadros más sonado en la capital madrileña ocurrió hace nueve años en el domicilio que la empresaria Esther Koplowitz tenía en el madrileño paseo de La Habana. Los ladrones se llevaron entonces al menos seis obras de Goya y Sorolla.


Agosto de 1989
También en el mes más caluroso, hace once años, fueron robados del Palacio Real dos cuadros de Velázquez y Carreño de Miranda. Las piezas fueron recuperadas cinco años después en Alemania.