San Lorenzo

Curro Díaz oreja a la cadencia

- Las Ventas. 1º de la Feria de San Isidro. Se lidiaron toros de la ganadería de Salvador Domecq, muy desiguales de presentación, descastados, flojos y de escaso juego. El sexto, sobrero de Navalrosal. Más de tres cuartos de entrada.- Curro Díaz, de verde botella y oro, pinchazo, media, descabello (silencio); buena estocada (oreja).- Juan Bautista, de azul marino y oro, estocada (silencio); pinchazo hondo, media, dos descabellos (silencio).- Eduardo Gallo, de verde y oro, estocada (silencio);tres pinchazos, estocada delantera caída, aviso (silencio).

Eduardo Gallo, durante su faena en el primer toro
Eduardo Gallo, durante su faena en el primer torolarazon

Como enfadados. Así empezamos la tarde con ese carácter que acaba por ser denominación de origen de la afición de Madrid, mi plaza. Se abrían las puertas de San Isidro y todo lo anterior parecía mera antesala de lo que comenzaba ayer. Principio, escenario, altar de emociones y precipicio de un buen montón de tardes abocadas al fracaso de antemano. Así es Madrid hasta que ruge y entonces no hay fiera rota y entregada a la emoción que se le parezca. Saltó al ruedo «Adicto», primer toro del serial, el número uno de los casi 200 que pisarán Las Ventas en este mes de toros. Con el hierro de Salvador Domecq. Estaba el astado abierto de cornamenta, destacados pitones amenazantes al cielo de Madrid, y salió raudo, devorando la vida... Tanto que se estrelló en el burladero, puro ímpetu, y a punto estuvo de quitarle la corbata al peón de turno. Derribó al caballo, no se engañen, no porque apretara sino porque la mole sobre la que se aupaba el piquero parecía un castillo de naipes. La flojera nos vino a ver. Y nos dio de lleno. Lo anterior tan sólo había sido un espejismo barato. El enfado del público le dio énfasis a la cosa. El descontento llegó cuando Curro Díaz lo brindó. (Ese bendito gesto que de siempre se ha guardado para las ocasiones). Y el vacío sobrevino a ratificar que al toro le faltaba casta para arrear y clase para acompañar. Las faenas del decoro nunca tuvieron lugar aquí. No pintaba mejor el cuarto. El comienzo de hecho pareció una burla del destino. Se ponía bonito Curro para torearlo, se desplomaba el toro de raza apagada y brío bajo mínimos. En el camino de la suavidad defendió el de Linares el trasteo, y supo hacerlo. Se mantuvo el toro con esa media arrancada noble por el derecho, aviesa por el zurdo. Se encajó Curro, toreando con media muleta, desde la verticalidad creída, enfundada, vista y llenó de cadencia los pases rompiendo al toro por abajo, a pesar de que por hilos tenía el toro cogidas las fuerzas. No pudo ser al natural, pero supo darle un final de altos vuelos: un estoconazo en la yema y una oreja que resarcía de la pesadumbre reinante.

El rigorBautista se fue con el contador a cero. Pasaba más por novillo que por toro el segundo. Teníamos una escalera en el volumen de los toros así, para comenzar y quedó en ese camino hasta el final. El rigor de... Embistió el toro, quién sabe quizá quince arrancadas con cierta vivacidad al acabar el viaje con un derrote, sin ser gran cosa. Juan Bautista intentó faena, otra cosa es que la consiguiera. Quiso verlo en los albores, pero se le fue ensuciando la labor, cada vez con menos temple y los ánimos, que estaban para que no fuera, determinaron el silencioso final. Sabía el quinto que detrás de la muleta se encontraba el torero y al francés se le notaron pocas habilidades para taparse. Y, cómo no, cabreó. Imposible. Para Gallo era más fácil escalar el Everest que hacer faena al inválido tercero, que era de ruina. Lo sabían en el más allá antes de coger siquiera la muleta. Renqueante, no, peor. Ese tipo de toro pone la camisa de fuerza hasta a la más férrea ambición. Sobraba el intento de circular, cuando no hay toro, el resto es un naufragio.Por los pelos se había mantenido en el ruedo toda la corrida hasta el sexto. No podía ser. Lo sustituyó un ejemplar de Navalrosal, que se durmió en el peto del caballo, cuando fue, y se dolió en banderillas después. No pintaba bien la cosa, mas acudió el toro con la alegría del manso y con una especie de saltos en movimiento. Se entonó Gallo al principio; se embarulló después y acabó por desdibujar un trasteo quemado en las cercanías. Quizá no era ésa la faena del toro. Rodado todo. Tachada en el calendario la primera de San Isidro, menos mal que Curro Díaz había imaginado una faena, la había dado forma y nos había salvado la tarde. Y toreó con media muleta. La media muleta del arte.

18 de mayo, primera corrida de toros televisada en 3DLos aficionados podrán asisitir a un hito en la historia de las retransmisiones taurinas. Canal+ televisará por primera vez en el formato 3D una corrida de toros. Será durante la Feria de San Isidro que comenzó ayer. De las 28 corridas que la cadena retransmitirá en directo por segundo año consecutivo y en alta definición, será la del día 18 de mayo la elegida. El cartel consta de los toreros Manuel Jesús «El Cid», Sebastián Castella y Rubén Pinar, que lidiarán astados de la ganadería del Puerto de San Lorenzo. El director técnico de la cadena, Adolfo Remacha, anunció durante el acto de presentación, que se trataba del «primer evento en 3D» retransmitido en directo en España y «por primera vez en el mundo el primer evento taurino». Remancha añadió que para conseguir este logro es necesaria una «complejidad técnica». El responsable de toros de Canal +, Manuel Molés, aseguró que con esta pionera iniciativa de la cadena, presentando las innovaciones tecnológicas en la plaza de toros de Las Ventas, pretenden hacer «un poquito de historia».