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La ardua privatización de Paradores

El valor cultural de algunos edificios y la baja rentabilidad de la red dificulta su venta. Los hoteleros prefieren participar sólo con una gestión privada

La ardua privatización de Paradores larazon

MADRID- Codiciada por reputados hoteleros, conscientes de que es la cadena mejor valorada por los españoles, la red de Paradores está en primera línea, junto con Aena, en los planes del Gobierno para hacer caja con una privatización parcial o total. Por ahora, el Ejecutivo no tiene decidido todavía cómo afrontar la operación, aunque pierde fuerza la venta de la cadena pública por las enormes complicaciones que esto implica, en favor de la cesión de la gestión de todos o de algunos de los 93 establecimientos, a los que habría que sumar otros 14 en construcción, o de la entrada de capital privado.

José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo, no ha tomado una decisión en firme. El PP valora la venta en 2.000 millones de euros aunque la estimación no se realiza sobre ingresos directos a las arcas del Estado, sino sobre el ahorro que supondría el elevado mantenimiento de buena parte de los históricos edificios que albergan los Paradores, cedidos «gratuitamente» por ayuntamientos, comunidades autónomas, Iglesia e incluso por particulares.

«La privatización de los edificios es imposible», aseguran fuentes del sector a este diario. «Además, la mayoría de los establecimientos no son rentables. Hay cadenas interesadas en la gestión, pero sólo de los diez que dan dinero», añaden.

El valor del conjunto
Si hay una coincidencia entre los hoteleros es en que la marca no debería ser fragmentada. Tampoco el Gobierno desea trocear la red. Antonio Catalán, presidente de AC Hoteles, ha pedido al Ejecutivo que mantenga el valor de Paradores en su conjunto y que el capital privado entre exclusivamente en la gestión. La intención del gremio es que sea el Estado el que siga haciéndose cargo de los gastos de obras y conservación de los edificios, la mayoría de interés histórico-artístico.

El Grupo Barceló, uno de los que ha mostrado públicamente su interés en entrar en la posible privatización, considera que esta operación mejoraría la gestión en conjunto de toda la red. Con una inversión acumulada de 464 millones durante los últimos diez años, la empresa pública registró unas pérdidas de 24,4 millones en 2009 y de 17,2 millones en 2010. Las cuentas del año pasado reflejan asimismo números negros de 13,3 millones –a la espera de los datos de noviembre y diciembre–, casi un 25% menos que el año precedente.

Paradores achaca estas cifras negativas al hecho de que ha tenido que hacer frente a la construcción o rehabilitación de nuevos establecimientos –como el de Alcalá de Henares, que costó 40 millones– que «deberían correr por cuenta de Turespaña en los Presupuestos Generales del Estado» y no por la propia red de Paradores, empresa dedicada a la gestión hotelera de estos establecimientos.

En contra de la operación juega también el coste de una plantilla que el capital privado considera excesiva –4.476 empleados–, más del doble de una cadena hotelera de similares dimensiones.


Soria salva a El Hierro de la quema
Paradores funciona como una herramienta más de la política turística de España. Una herramienta fundamental que lleva visitantes, trabajo y prosperidad a rincones donde no llegaría la iniciativa privada por la escasa rentabilidad de estas operaciones. El caso más reciente es la decisión de José Manuel Soria de paralizar el cierre del parador de El Hierro y del ERE sobre la plantilla. La decisión es política, pues la erupción volcánica en la isla ha retraído la llegada de visitantes. Sin embargo, el ministro ha considerado que el cierre –previsto para el pasado lunes– implicaba castigar aún más a la isla.