Francia
«Mis tardes con Margueritte»: La literatura sana
Director: Jean Becker. Guión: J. Becker, Jean-Loup Dabadie a partir de la novela de Marie-Sabine Roger. Intérpretes: Gérard Depardieu, Gisèle Casadesus y Maurane. Francia, 10. Duración: 82 minutos. Drama.
Mientras cuenta las palomas sentado en un banco e inventa nombres cursis para esos desagradables animalitos, seguro que el bruto Germain Chazes (un convincente Depardieu que, sin embargo, continúa mereciendo papeles de más envergadura, y no precisamente por los kilos que le sobran) sigue maldiciendo al tipo que le ha pagado menos dinero del prometido por un trabajo de albañilería. A él las cuentas no le salen. La joven pareja de este hombretón gordo, tierno y medio analfabeto quiere tener un hijo, pero la idea no parece entusiasmarle demasiado, quizá porque la relación que mantiene con su propia madre, una mujer egoísta y huraña, fue siempre imposible. Pero la vida del protagonista da un vuelco cuando conoce a Margaritte, una frágil y culta anciana que logra inculcarle el amor por los libros, como por ejemplo «La peste», de Camus. Reconoce Jean Becker que le atrae el cine de nostalgias, de sentimiento desatado, y es cierto: la nueva película del director francés está obsesionada con emocionar al público, aunque le cueste hacer realidad tal empeño, muy probablemente porque a los personajes les falta profundidad, desarrollo, un punto de cochura y de mala leche. De manera que la historia, aunque sensible y tierna, cojea en sus dramáticas aspiraciones como la mesa de un chiringuito playero y pierde, de paso, un par de oportunidades corrosivas en el camino. Basta con ojear las primeras páginas del libro que la cinta adapta,de Marie-Sabine Roger, para descubrir la contenida agresividad, el coraje que a este sencillo filme le falta.
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