Cataluña

Hidalgos por Lucas HAURIE

La Razón
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Practicantes los unos del secesionismo descarado y los otros de la sublimación institucionalizada del hecho diferencial, nada más genuinamente español que la manera en la que los gobernantes de Cataluña y Andalucía encaran su tiesura. ¿No se comportan acaso Griñán y Mas como perfectos hidalgos castellanos? La total carencia de monetario, consecuencia de su despilfarro suicida (en el mejor de los casos; en el peor y más probable, de prácticas que jamás probarán los tribunales), los obliga a pedir limosna aunque ni por un momento pierden su orgullo de clase ni la conciencia de poseer un rango superior a quien ha de aliviarlos con una moneda. En su imaginario, un charnego de Pontevedra o un heredero del franquismo. O quién sabe si apenas un carnicero enriquecido que no aspira a mayor honra que el ser sableado por el primer barón autonómico que pase por la puerta de La Moncloa. Así, no piden sino que exigen diez mil millones de euros, la mitad cada uno, a fondo perdido y sin condiciones. El de San Telmo, para poder seguir repartiendo con opaca arbitrariedad y el de Sant Jaume, para dotarse de una «estructura de estado» que dinamite la casa de quien le presta el dinero. Y para cantarles no tienen siquiera a un Quevedo que llore por «los muros de la patria mía». Por toda épica, un disco rayado de Raimón y un chiste grosero de Manu Sánchez.