Caso Faisán

Ignacio Gil Lázaro: «El tribunal no se creerá que no hubo órdenes políticas»

Lleva ya más de dos años persiguiendo a la «X» del «caso Faisán»...

Ignacio Gil Lázaro: «El tribunal no se creerá que no hubo órdenes políticas»
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¿El auto del juez Ruz sobre el chivatazo le ha ayudado a encontrarla?
–Con auto o sin auto judicial hay elementos suficientes como para concluir que la «X» del «caso Faisán» se llama Rubalcaba y se llama también Rodríguez Zapatero. El «chivatazo» a ETA durante el proceso de negociación de la pasada legislatura tuvo un móvil político relacionado con esa negociación. No es casualidad que se produjera el mismo día en el que Zapatero recibía al presidente del PNV, que le iba a trasladar su apoyo expreso a la negociación con ETA para darle así otro impulso.

–¿Confía en que el proceso judicial ayudará a despejar esas responsabilidades políticas a las que apunta su partido?
–Cuando se abran las sesiones, inevitablemente los imputados tendrán que decir la verdad en función de su horizonte penal.

–¿Quiere decir que acabarán «cantando» para no «comerse el marrón»?
–Nadie se cree, y menos se lo va a creer un tribunal, que tres policías decidan dar un aviso a la banda terrorista para boicotear una operación policial sin que alguien con autoridad política así se lo exija.

–¿Cómo valora la ofensiva de descalificaciones contra Ruz por parte de distintos dirigentes socialistas?
–No me sorprenden, porque se ajustan a la última fase de la estrategia que ha seguido Rubalcaba. Primero, negó los hechos; luego se fue por los cerros de Úbeda; y finalmente optó por la descalificación, el insulto, la burla y la chanza.

–¿Deberían derivarse consecuencias políticas de ese auto?
–Sí. La primera es la inhabilitación política de Rubalcaba para ser candidato socialista. Quien dijo que los españoles nos merecíamos un Gobierno que no nos mintiese lleva dos años mintiendo a los españoles. Y el nuevo ministro del Interior, el señor Camacho, debería haber dimitido de inmediato como ejecutor de las órdenes y de la política de Rubalcaba. 

–A Rubalcaba le queda el consuelo de que ya se ha librado de sus preguntas parlamentarias...
–Resulta inaceptable que el candidato a la Presidencia del Gobierno en vez de darle a la ciudadanía la explicaciones que le debe se dedique a mentir. Miente cuando dice que todo tiene su origen en su candidatura: yo comencé a exigirle explicaciones el 14 de octubre de 2009, y entonces no era ni vicepresidente ni candidato. Y sus segunda mentira es que el chivatazo fue inocuo para la investigación policial.

–Bueno, lo que alegan es que al final se los detuvo.
–La investigación policial, que ha sido la base sobre la que el juez ha construido sus fundamentos jurídicos, confirma que la operación que se ejecuta un mes y medio después de lo previsto ya no fue útil porque ETA había tenido tiempo para destruir, ocultar y trasladar información.

–¿Cuáles serán las próximas iniciativas del PP en el ámbito político y parlamentario?
–Vamos a seguir preguntando por el «caso Faisán» en el Parlamento, utilizando la vía que nos permite el Reglamento, que es la del nuevo ministro del Interior, Antonio Camacho. Camacho es corresponsable, en su condición de «mano derecha» de Rubalcaba.

–¿Comparte la comparación del «Faisán» con el GAL que hacen algunos compañeros suyos?
–El GAL fue algo execrable, y consistió en que algunos entendieron que se podían utilizar atajos para luchar contra el terrorismo. Aquí no se ha vulnerado la ley para luchar contra los terroristas, sino para ayudarles y facilitarles que el Estado de Derecho no cayese sobre ellos.

–¿Es peor el Faisán que el GAL?
–Ya lo he dicho todo.